Sin palabras, sin necesidad de hablar la misma lengua, las caricias trasmiten a las parejas un lenguaje que puede ir desde el afecto hasta el deseo sexual siempre que se acompañen con el mejor deseo de trasmitir esos sentimientos.

Las caricias no siempre tiene que ser sexuales, aunque hay quien lo piense. La soledad y la depresión por falta de afecto las anulan de inmediato cuando un leve contacto con nosotros nos indica que hay alguien interesado en ofrecernos cariño, o deseo, que también es posible.

La supervivencia de los humanos es solo posible lograrla de manera eficaz cuando hay lazos afectivos con otros, y tanto psicólogos, como terapeutas están convencidos de su poder para lograr calidad de vida.

Los niños que han tenido una infancia feliz son los que han sido mimados, y los ancianos que superan las barreras de la edad son aquellos que sus familiares les trasmiten ternura y son capaces de hacerles ver que los quieren con solo una caricia.

De la misma manera, la pareja que basa su relación en caricias, es capaz de mantener por más tiempo el sentimiento de amor, respeto y comprensión que se requiere en este tipo de relaciones.

 

De agobios rutinarios estamos repletos a diario, por eso, el que te des una pauta no es solo un respiro sino muy saludable para ti. Entre los agobios mayores del día hay muchos, aquí te dejo algunos para que sepas conocer bien tu situación.

-Demasiado trabajo hogareño.

-Fuerte presión laboral.

-Atención a los hijos dentro y fuera de casa.

-Aburrimiento en el  matrimonio.

-Falta de sexo.

-Rutina diaria de la vida sin ilusiones futuras a corto o largo plazo.

-Presiones económicas.

-Carencia de relaciones sociales por diversos motivos.

Todo esto, amigos y amigas, trae un enorme peso a la salud mental, y llega a desencadenar estrés, apatía total, y hasta irresponsabilidad en muchos casos cuando ya no se puede más.

Hay algunos, si miras bien la lista, que no puedes resolver de inmediato, pero hay otros que sí, como es el caso del sexo. Cuando careces de ilusión, cuando el sexo ya no te motiva por aburrido, empieza a pensar qué harás y verás que todos los demás problemas se ven menores. ¿Un consejo? Busca una página de contactos y empieza a relacionarte con otros que como tú están en la misma situación. Puedo asegurarte que te levantarás todos los días con una nueva sonrisa, y esa pauta que te has dado para dedicarte a los mensajes te llevará a nuevas ilusiones, el agobio se irá de ti por algún tiempo.

 

Si no acostumbramos a nuestros hijos a realizar actividades físicas al aire libre, estamos formando en ellos patrones difíciles de cambiar.

Las horas que dedican al colegio, y las que dedican a ver la tele, ya no son las más preocupantes, al añadirse otras que los mantiene inactivos con un nuevo amigo: el ordenador. Conozco adolescentes que no bien llegan a su casa, se colocan frente al mismo para no levantarse hasta la hora de dormir, pues cada día es más seductora la tentación a programas que se ofrecen por esta vía.

Todo está permitido si se planifican al menos una o dos horas diarias para ejercitar el cuerpo, y no caer en la lista de los muchos sedentarios que ya conforman el planeta. Los padres son los encargados de buscar las opciones más atrayentes, aunque a veces, lamentablemente, son los propios padres los que prefieren a su hijo en casa, que montando bicicleta o practicando algún deporte. Si ese es tu caso, debes pensar en serio tu educación.