Aunque aún quedan grabadas en nuestros ojos las imágenes de las noches luminosas del fin del año 2012, cuando con alarde pirotecnia vimos bellísimos espectáculos en el cielo del mundo.

Los fuegos artificiales de la Navidad, vísperas del Año Nuevo, los Juegos Olímpicos en Londres y de otras competencias deportivas del 2012, se suman a los de las grandes Ferias Comerciales, de las festividades locales, y de cualquier otro evento, que la historia los recoge como momentos únicos que siempre se recordarán, entre otras cosas, por su fiesta de pirotecnia.

Pero recordemos también otros de la historia, ya lejanos y no menos impresionantes según los cronistas: La asunción del Papa en el año 1410, en la capital de Italia; la visita del rey Carlos V a la ciudad alemana de Múnich, en 1530;  los festejos en Londres en el año 1814 por la derrota de Napoleón; y  la coronación del Zar Alejandro II en Rusia, en el año 1856.

En el nuevo siglo, el mundo entero recuerda la imagen que mostró la gran Torre Eiffel de París, cuando lanzó por todos sus costados una fabulosa lluvia de fuegos artificiales, en la hora que entrábamos en el siglo XXI.

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  1. la mía fue el día que me acosté con mi chico, allí hubo luces por todas partes, jeje

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