Relaciones cíclicas de los hombres

Las relaciones cíclicas que muchos hombres tienen con algunas mujeres, son uno de los tormentos más graves para la autoestima femenina. No así para ellos, porque les viene muy bien acostarse una vez más, el día que quieran, con la mujer que quieran.

Estos hombres no aman a quienes someten a este ciclo. Lo que sucede es que ellos saben que ellas están dispuestas a la hora que ellos deseen a volver con ellos, y luego, cuando logran su desahogo sexual, se vuelven a marchar. ¿Hay algo más parecido que a los movimientos de los astros en el firmamento? por eso, en algunas culturas les llaman “cometa”,  “satélite” y otros términos similares.

Estos hombres se encuentran en distintas categorías. Si has tenido o tienes aún una relación de ese tipo con alguno de  estos cometas, tienes que asimilar bien tu situación o te conviertes en blanco de un desastre sentimental y de autoestima o le das la salida cuanto antes a tu vida, es lo más conveniente.

Hombres casados

Cuando un hombre está casado y tiene una relación de pareja cíclica con otra mujer y no quiere perder la tranquilidad de su hogar, solo busca sexo, pasarlo bien, pero como desahogo por la falta de estimulación que tiene en su casa. Por supuesto, estos hombres no comprometen su vida familiar ni social que es aparentemente, sólida, por una relación eventual.

Hombres solteros

El llamado Don Juan existe como hombre que seduce, toma y se va. Pero hay don juanes que no se van para siempre, sino que vuelven  cuando les apetece y seducen de nuevo con sus mejores armas, las que ellos saben bien que agradan a la mujer. Estos casos no tienen una ni dos relaciones cíclicas, sino varias y no se comprometen con ninguna porque necesitan a todas para calmar su apetito insaciable de mujeres.

Hombre jefe

La relación más común entre el jefe y la mujer que trabaja para él, ya sea secretaria, ejecutiva o que ocupe cualquier otra función de categoría ocupacional, es la cíclica. Un día, una sola mirada le demuestra a la chica que quiere verla. Al otro día y por un tiempo, no se habla de eso, hasta que él vuelve a la carga. Es la peor situación de estas relaciones a las que se ven sometidas las mujeres.