El slow sex se basa en cambiar el objetivo principal del orgasmo a convertir la experiencia sexual en algo duradero e inolvidable. Aunque igualmente culminará en el clímax, la idea es que el proceso para llegar a ello sea la parte más importante, que se consiga sin prisa y retrasarlo al máximo disfrutando de cada instante.

El objetivo de esta nueva tendencia sexual es romper con la monotonía y las relaciones mecánicas que se convierten en una carrera hacia el orgasmo final y alargar el tiempo de excitación, sin prisa, para alargar también así el placer. ¿Te apetece probar el slow sex? Es muy sencillo, solo debes seguir estos consejos:

1. Prohibir usar las manos: es una manera simple de empezar en el slow sex y conseguir alargar la experiencia y hacerla diferente. Al prohibir el uso de las manos, otras partes del cuerpo adquirirán mayor protagonismo y la experiencia será más lenta pero también mucho más excitante

2. Explorar vuestros cuerpos: pero explorarlos de verdad, no ir a los sitios de siempre a hacer lo de siempre. Para conseguir que sea diferente y más lento como el slow sex propone, la idea sería descubrir zonas nuevas que habitualmente no se tienen en cuenta y estimularlas a ver qué pasa. Tal vez encontréis zonas erógenas que teníais totalmente olvidadas.

3. Añade elementos nuevos: desde jugar con los sentidos con un hielo, un aceite de masaje o algún alimento excitante hasta introducir juguetes sexuales o lencería. Añade elementos nuevos que alarguen el proceso pero, al mismo tiempo, aumenten la excitación. ¡Seguro que descubrís algo que os encanta!

4. Prueba cosas nuevas: esto retrasará el proceso necesariamente al ser algo desconocido, pues tendréis que ir con cuidado y poco a poco. Algunas ideas pueden ser posturas sexuales nuevas, hacerlo en alguna parte de la casa poco habitual, prácticas nuevas como un masaje en el ano o un beso negro (o annilingus)… El límite lo pone la imaginación.

5. A ver quién dura más: una manera simple pero efectiva de practicar slow sex es poneros el reto el uno al otro de ver quién dura más. Un buen momento para esto puede ser cuando llegue el coito, tras explorar, masajear, lamer y probar todo lo que se os haya ocurrido, podéis pasar a la penetración… Pero quien antes termine, pierde. Esto os llevará a buscar el placer del otro por encima del propio y, cuando llegue el momento, será algo realmente inolvidable…

NO COMMENTS

Leave a Reply