Seguro que si te dijeran que en una misma noche puedes tener una ducha erótica, mantener relaciones sexuales y además acabar la velada con un excitante masaje erótico no te lo creerías, pero Felina Valencia te permite vivir esta experiencia.

En Felina Valencia saben que el placer, el experimentar y la discreción no tienen porque estar reñidos, por este motivo te ofrecen una gran variedad de servicios de calidad con chicas seleccionadas cuidadosamente para que los clientes vivan una velada intensa cargada de erotismo.

Sin duda es la mejor casa de citas de Valencia en la que encontrar servicios como el beso negro, franceses faciales, el sado erótico o el sexo anal, además todos los clientes de Felina Valencia podrán ver cumplidas todas sus fantasías sexuales, ya sea en sus propios instalaciones o a domicilio.

Gran variedad de servicios

Juegos eróticos, orgías sexuales, tríos, disfraces sexuales…la lista es infinita, atrévete a probar eso que siempre has deseado porque Felina Valencia te da la oportunidad de poder ver tus sueños más sucios cumplidos.

No importa que seas hombre, mujer o vayas, con tu pareja, ya que en Felina Valencia saben que el placer no entiende de géneros ni de peticiones, por este motivo sus escorts también realizan servicios que no están relacionados con el ámbito sexual, como servicios de acompañamiento.

Las chicas que ofrecen este tipo de servicios suelen ir con sus clientes a cenas, eventos o actos sociales y por supuesto son chicas muy discretas que saben adaptarse a cualquier situación. No son chicas que se encuentren constantemente al público ya que saben que su exclusividad es tu mayor arma. Por supuesto, para poner el broche de oro a la velada, las escorts ofrecen una relación sexual completa.

No podemos olvidarnos tampoco de uno de los servicios más completos, las despedidas de soltero. Las señoritas que vayan a la despedida de soltero harán olvidar al novio por unas horas la presión de la boda y hacer de ese momento algo rememorable en el futuro. Este servicio ofrece stripteasse, show lésbico y relaciones sexuales.

Felina Valencia, el mejor lugar en el que satisfacer todos tus deseos de manera discreta y en unas instalaciones lujosas para hacer de esas horas algo difícil de olvidar.

Celos

Tanto si eres tú quien lo sufre como si es tu pareja, hay que intentar huir de esta situación como sea. Suelen sentir celos las personas inseguras que tienen miedo de perder a quien quieren, sin embargo y paradójicamente, los celos terminan por estropear y matar muchas relaciones.

Cuando se sienten celos es realmente difícil controlarlos y cuando se tiene una pareja celosa la frustración es muy grande por no poder calmarlos. En definitiva, se trata de una sensación bastante incontrolable y que causa mucho malestar y dolor, por eso es importante atajar el problema cuanto antes y evitarlos a toda costa.

Sin duda habrá que saber diferenciar entre una persona con celos crónicos o una relación que cause inseguridad. Es decir, si tú nunca has sentido celos antes y ahora tienes una pareja que tiene actitudes que te causan mucha inseguridad y, en consecuencia, celos, tal vez sea más conveniente dejar a esa pareja que intentar aplacar la sensación que te provoca.

Los celos son algo biológico, pues también los animales y los niños pequeños los sienten a menudo. Sin embargo los humanos adultos tenemos la capacidad de razonar, ganar seguridad y evitarlos, por lo que sin duda vale la pena intentarlo. Lo más curioso de los celos es que, si lo piensas bien, no tienen razón de ser, puedes pueden darse dos casos: que tengas motivos para sentir celos o que no los tengas. En caso de tener motivos, si tu pareja decide irse con otra persona no podrás hacer nada por evitarlo, y mucho menos armando discusiones y mal ambiente. Y si no tienes motivos… es innecesario pasarlo mal gratuitamente.

Partiendo de esta base, la manera de solucionar este problema es creando un ambiente de comunicación y seguridad máximas. Sin embargo esto no significa ceder a los caprichos de la persona celosa, como pueden ser que su pareja no salga sin su compañía o saber en cada momento dónde está y con quién. Puede ayudar establecer una rutina en la que se dediquen unos minutos al final de cada día a hablar ambos de cómo ha ido la jornada y todo lo que se ha hecho.

A partir de ahí, será labor de la persona celosa mejorar su autoestima y seguridad para que no aparezcan celos irracionales. Por supuesto toda ayuda externa de un especialista ayudará a mejorar más rápidamente la situación.

Cómo NO reaccionar ante una infidelidad

Ante una infidelidad o una traición emocional de cualquier tipo es realmente difícil mantener la compostura y no tener una actitud infantil, vengativa o errónea en general. Pero comportándonos mal cuando descubrimos que nuestra pareja ha sido infiel, no solo le perjudicamos momentáneamente a él o ella, también nos creamos un problema a nosotros mismos a largo plazo.

Cuando descubras una infidelidad y te sientas traicionado y herido, debes intentar mantener la calma por todos los medios y actuar con la cabeza. Piensa dos veces cómo vas a actuar para asegurarte de no hacer nada de lo que puedas arrepentirte, tu serenidad y madurez es la mejor venganza posible. Veamos reacciones concretas que es mejor evitar ante una infidelidad:

1. Montar una escena. Es la reacción inmediata de muchas personas, buscar al infiel y montarle un numerito de gritos y reproches en público. Seguramente en ese momento sientas que el ridículo que puedas hacer es lo menos importante, pero la sensación de rabia e ira va a pasar y aparecerá la vergüenza para quedarse mucho tiempo contigo. Puede que consigas dejar en evidencia a tu pareja, pero también te estás dejando a ti mismo.

2. Airear la situación en las redes sociales. Esta reacción es similar a la anterior y muchas veces van unidas, pero las consecuencias pueden ser igual de humillantes o incluso peores. Cualquier cosa que escribas en Internet puede dar la vuelta al mundo, todos tus conocidos pueden acabar enterándose de lo que ha ocurrido y, aunque para ti la humillación va dirigida a tu pareja infiel, para muchos el objeto de mofa vas a ser tú. No te conviene hacerlo en ningún caso.

3. Culpar y martirizar a el/la amante. La otra persona no es la culpable de lo ocurrido, en ningún caso. Puede que tu pareja emplee la técnica de ir de víctima y culpar a la otra persona, pero no debes dejarte convencer: el culpable es él o ella y no su amante. Piensa que una tercera persona nunca puede ser culpable de una traición que ha habido de tu pareja hacia ti (a no ser que sea algún amigo o familiar, claro está).

4. Sentirte culpable o aceptar una situación que no te agrada. Sin duda es respetable perdonar una infidelidad, incluso hay relaciones más abiertas que permiten los encuentros fuera de la pareja. Pero si no es tu caso y la infidelidad te hace sentir realmente mal y no crees que puedas olvidarlo nunca, lo más conveniente es que dejes esa relación y no mires atrás. Y jamás de los jamases te sientas culpable por lo ocurrido, tu pareja ha tenido mil oportunidades de hablar los problemas contigo y ha sido su decisión engañarte en lugar de hacer eso.

Trucos para pillar una infidelidad

Aunque cada día más parejas se unen a la moda de las relaciones abiertas o informales o, incluso, al poliamor, lo cierto es que una gran mayoría todavía sigue prefiriendo las relaciones monógamas tradicionales. En este tipo de relaciones, un porcentaje muy alto de personas coincide en que la peor traición posible que puede darse es una infidelidad. Es por eso que a menudo los celos hacen aparición y uno de los dos miembros vive con la sospecha de si su pareja le está siendo infiel. El objetivo entonces se convierte en pillar una infidelidad.

Descubrirlo suele ser cuestión de tiempo, sin embargo, si te encuentras en esta tesitura y te gustaría pillar una infidelidad cuanto antes (en caso de que exista), estos trucos te ayudarán a conseguirlo:

Observa pequeños cambios en el comportamiento diario: esta suele ser la primera señal y más obvia. Si tu pareja ha empezado a cambiar rutinas diarias, existe la posibilidad de que sea para encubrir una infidelidad. ¿Llega más tarde a casa algunos días? ¿Tiene viajes de trabajo que antes no tenía? ¿Cuida más su imagen? ¿Tiene hobbies nuevos de los cuales tú no participas? No es una señal clara, pero puede reforzar la sospecha de infidelidad si ya se tiene.

Revisa la papelera de su ordenador: si es una persona espabilada, seguramente borrará también la papelera en caso de que puedan haber pistas, pero nunca está de más comprobarlo. Periódicamente puedes entrar en esta carpeta y ver los últimos elementos que se han borrado. Y, si no encuentras nada pero además siempre está vacía, también puede ser una pista.

Coge su teléfono móvil: aquí tienes dos opciones para pillar una infidelidad, hurgar en sus mensajes cuando no te vea o, si te parece una violación de su intimidad, llevar a cabo un simple truco. Cuando deje su móvil solo, por ejemplo porque ha ido al baño o a ducharse, recíbele a su vuelta con su móvil en tu mano. No es necesario que leas información del aparato, simplemente que te vea con él en tu mano para que puedas observar la reacción de su cara. Si ves expresión de pánico, la cosa huele mal.

Huélele cuando vuelva a casa tarde: si es infiel y es despistado, notarás olor a perfume de mujer, sudor, alcohol… Algo que te pueda ayudar a saber que no ha estado donde dice haber estado. Y, si es infiel pero se esfuerza por hacerlo bien, olerá a ducha. A menos que se suponga que viene del gimnasio y lleve una mochila con ropa sudada y una toalla mojada, ¿cómo va a llegar por la noche tan fresco como ha salido de casa por la mañana?

Hazle visitas sorpresa: bien sea al trabajo, al gimnasio o donde se suponga que pasa su tiempo, puedes hacerle ocasionalmente visitas sorpresa con alguna muy buena excusa. Ir a comer juntos por sorpresa, pedirle sus llaves de casa porque te has dejado dentro las tuyas, llevarle algo que se haya dejado en casa… Busca un buen motivo y acércate a verle sin avisar. La cuestión aquí no es tanto pillarle in fraganti (que puede que también) como ver qué expresión muestra en su cara al verte aparecer cuando no lo esperaba. Si la sorpresa dura más de pocos segundos y no va seguida de una gran sonrisa, algo falla.