¿Cómo ven los hombres el placer de que su chica se trague el semen? ¿Qué piensan ellas de esa práctica que ya es muy habitual en la relación sexual? Veamos algunos comentarios sobre este momento tan gustado tanto por chicos como por chicas:.

Miguelín:

Si una chica está obesa, debe beberse el semen de su pareja, porque sus propiedades ayudan a bajar de peso, según una investigación en la Universidad de Cleveland. Por eso se lo aconsejo a todas mis novias y amigas”.

Marie Leys:

“Me gusta el semen de mi novio, tiene un sabor que me vuelve loca, y más, sabiendo que tiene un alto contenido de su ADN.”

Emma:

Me trago el semen de mi pareja porque me han dicho que me mantiene joven, lo he leído en varios artículos sobre el tema. Además, me gusta jugar con ese líquido viscoso que me pone más caliente cuando me lo aplico en las tetas y nalgas, estoy segura que me los pone firmes”

Donovan:

¿Por qué me lleno la boca del semen de mi chico? Muy sencillo, lo quiero tener a mis pies y sé que se engríe al saberse bien macho. Es una necesidad para él, yo, en cambio, no necesito que él beba el mío, me basta con esto que hacemos para sentirnos una pareja perfecta”.

Reinaldo:

“La mejor felicidad de mi vida es llenarle de mi semen la boca linda de mi chica, porque me demuestra que es mía y de nadie más. Mola cuando a ella me chupa el pene y saborea cuando traga mis espermas por puro gusto.”

Natasha:

“He cambiado de pareja varias veces porque a los hombres lo que les gusta es que me meta la polla en la boca y le haga la felación hasta que se chorreen largo. Pero eso me da asco, ya tuve un problema gordo con uno en la intimidad por no complacerle, ¿qué quería ese tío, que hiciera lo que no quiero? Que se la chupe su abuela”.

Asriana:

“No soy de las chicas que chupa el pene del hombre, por ahí echan unos fluídos que pueden contener virus y otras patologías complicadas. Solo lo haría si supiera 100% que está sano y no es un cochino que pone su pene en cualquiera y eso es casi imposible de saber”.

La disfunción eréctil no debe verse como un problema único en el hombre que la padece. Muchas veces, el padecer este problema es el resultado de otro problema que aún no conoces  y solo culpas al sexo, cuando tu salud te está señalando que hay algo más.

La disfunción eréctil es el resultado de una deficiencia en el riego sanguíneo, ya sea por débil o por insuficiente, y si sabemos este problema, ¿no crees que debieras  consultar a un profesional para que te ayude a encontrar su carencia? No son pocos los hombres que han sabido que su problema es otro, y al curarlo, se curan también su problema sexual.

Disfunción eréctil
Disfunción eréctil

Entre los riesgos para tu salud que se encuentran asociados a este trastorno, está el cardiovascular, y ya sea como antecedente o consecuencia, el corazón está relacionado con la disfunción del pene. Si las arterias del pene son más estrechas que las del corazón, es lógico que haya un problema en el libre recorrido de la sangre por el cuerpo, ¿por qué no acudir a un especialista para que compruebe cuál es el problema? Es una solución que no debieras rechazar.

Por otra parte, si tienes alto el colesterol malo, es posible que tu fluido sanguíneo se vea entorpecido, con el consecuente problema que presentas con tu falta de erección. ¿Te haces estudios de manera regular para conocer tus niveles de colesterol en la sangre? Debieras hacerlo, quizás te quite un problema de encima.

Te he expuesto solo dos casos, pero puede haber muchos más. No lo dudes más, si ya notas que tu potencia sexual disminuye o que se ha visto interrumpida, evita encerrarte en medio del problema, hoy existen muchas maneras de mejorar tu calidad sexual.

Según estudios, el tomate resulta un aliado para reducir, de manera significativa el riesgo de contraer diversos tipos de cáncer.

Se sabe que el tomate es rico en licopeno, pigmento vegetal que otorga al tomate el color rojo, que posee propiedades antioxidantes y su consumo habitual contribuye a prevenir y reducir cánceres como el de próstata, pulmón y del tracto digestivo. Por otra parte, el consumo habitual también previene del cáncer de esófago, páncreas, mamas, colorrectal, bucal y cervical.

Expertos han comprobado que quienes ingieren salsa de tomate una vez a la semana reducen el riesgo de sufrir esa clase de tumores en un 10 o 15%, y llegan hasta el 30% si su consumo aumenta a dos veces por semana. De sus más de dos mil compuestos fotoquímicos, sobresalen los ácidos p- curámico y clorogénico, que reducen la formación de nitrosaminas y nitrosamidas, sustancias de probado poder cancerígeno, originadas en los alimentos que para su conservación han sido tratados con nitrito o sal.

Investigadores dan por seguro, que quienes beben jugo de tomate con asiduidad presentan niveles de nitrosaminas por debajo de la media. Si de veras vas en busca de un alimento que sea delicioso, nutritivo y aliado tuyo para combatir el cáncer, no dudes en escoger al tomate.

No importa la cantidad de cigarrillos que se consume o desde hace cuánto tiempo fuma; nunca es tarde para dejar de fumar. El riesgo de desarrollar una enfermedad grave disminuye considerablemente después de abandonar la adicción.

El tabaco trae consecuencias graves para nuestra salud que son muy bien conocidas (enfermedades respiratorias graves, cáncer de la garganta y el pulmón, problemas cardíacos y circulatorios entre otros). Cada año, un fumador sobre tres trata de dejar de fumar y uno sobre diez lo logra.

El cigarrillo es especialmente enemigo de las mujeres, pues la asociación cigarrillo-píldora anticonceptiva multiplica por diez el riesgo cardio-circulatorio. El parto prematuro, un bebé de bajo peso o la muerte del neonato pueden ser consecuencias del tabaco fumado por la madre durante el embarazo.

Por otra parte, fumar quita el apetito, disminuye las sensaciones gustativas reduciendo así el placer de comer. La dietoterapia y la higiene debida son importantes. No hay que hacer una dieta al mismo tiempo que se deja de fumar (no se puede hacer todo al mismo tiempo). Primero hay que dejar de fumar y luego esforzarse a hacer una dieta.