El apetito nos juega una mala pasada en el verano por diversas causas y al final, terminamos con unos kilos demás sin quererlo, y lo que es peor, sin haber disfrutado de los excesos.

Los culpables del aumento de peso en esta temporada son los siguientes, presta atención.

La sed. Cuando tenemos sed y no logramos erradicarla de una vez, acabamos comiendo lo que aparezca, como consecuencia de esa necesidad de beber. En esos momentos, solo necesitas líquidos, pero terminas con alimentos sólidos que por muy pocas calorías que aporten, siempre suman a tu ingesta.

Comer bollerías. Estos alimentos no sacian el hambre, solo lo hacen por muy poco tiempo, porque el cuerpo asimila muy rápido las grasas saturadas y el azúcar. Es el motivo por el que terminas con hambre de nuevo, y tienes que ingerir alimentos que no serían necesarios en caso de comer los adecuados.

Volar el desayuno. Conozco varias personas que no desayunan, por las prisas o porque amanecen sin deseos. Cuando esto sucede, a las pocas horas, el hambre es mayor y se recurre a bollería o a carbohidratos porque no es hora aún de comer, una tendencia que lleva a los alimentos muy calóricos.

2 COMMENTS

  1. la bolleria me encanta en verano más

  2. nunca tomo líquidos no tengo sed y sin embargo me paso el día picando.

Leave a Reply