Aprender a hacerle un cunnilingus perfecto a una mujer es asegurar su satisfacción en la cama y que siempre vuelva a por más. No hay ninguna otra práctica que proporcione tanto placer a una mujer, dominar la técnica puede convertirte en un amante excelente con el que todas querrán repetir.

Sin embargo, la mayoría de hombres creen que saben hacer bien un cunnilingus o, incluso, que su cunnilingus es perfecto, y no pueden estar más equivocados. Algunas mujeres no se atreven a rectificar los errores que cometen sus parejas al hacerles un cunnilingus, por vergüenza o falta de motivación. Es por esto que vamos a dar las claves y trucos para hacer un cunnilingus perfecto y que consigáis perfeccionar esta técnica al máximo:

La preparación

El cunnilingus no es un entrante, el sexo oral requiere unos preliminares igual que el coito, para asegurar una satisfacción plena. Dedica tiempo a besos, caricias y roces varios para asegurarte de que ella esté excitada previamente. Se debería dedicar, al menos, 10 minutos a poner a tono a la chica para que el cunnilingus que vendrá sea perfecto. Por supuesto, es importante elegir un sitio tranquilo y agradable y que ella busque la postura más cómoda posible.

El ritmo

Una vez ella ya esté cómoda y muy excitada, es hora de dirigirte a su sexo y empezar a darle besos y suaves lametones, tanto al clítoris como a los labios, las ingles y toda la zona. Puestos ya en materia, debes recordar darle gran protagonismo al clítoris (pero no total) e ir cambiando de dirección y de ritmo. Ir de menor ritmo a mayor siempre irá bien, pero si quieres que el placer sea inigualable, puedes parar cuando veas que está cerca de llegar y volver a empezar. Se volverá loca y recordará mucho tiempo ese cunnilingus perfecto.

Los dedos

Utilizar las manos no es imprescindible, pero según con qué chica puede ser un plus muy bien recibido. Cuando veas que ya está muy excitada y disfrutando el cunnilingus al máximo, puedes introducir uno o dos dedos en su vagina para masturbarle y ayudar a aumentar el placer, siempre sin detener el sexo oral, por supuesto. Y, lo más importante, es no parar por nada del mundo cuando esté próximo el orgasmo.

Cunnilingus perfecto

Los errores

Dedicar poco tiempo a los preliminares o hacer movimientos repetitivos y monótonos con la lengua son dos de los errores más habituales que te alejan del cunnilingus perfecto. Pero otros son utilizar los dientes, rasparle sin querer con una barba de pocos días o no saber interpretar que está cerca del orgasmo. Es muy importante observarle y analizar sus reacciones para saber en qué punto de excitación está y siempre, ante la duda, más vale preguntar que estropear el que podría llegar a ser el cunnilingus perfecto.

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