Una relación de pareja estable, si es capaz de gozar el acto sexual de forma regular, garantiza una buena salud y puede llegar a la plena felicidad.
No hay por qué dejar caer el deseo sexual si se parte de la ternura y el amor mutuos. Es necesario estimular ese encuentro varias veces a la semana para que perduren la relación y la salud. El sexo no se pone en el calendario ni se hace por cumplir un compromiso, por el contrario, se tiene como una fuente de vitalidad irrenunciable, gratis y terapéutica. Incrementa la vitalidad por su aporte de oxígeno a las células y esto provoca que varios órganos del cuerpo entren en actividad.
Para reducir el colesterol, nada mejor que el encuentro sexual, capaz de equilibrar el colesterol malo y el bueno logrando reducir el exceso en el cuerpo. Los dolores, por su parte, dejarán de molestar, es especial contra las jaquecas y reduce los malestares generales. Sirve, además, para tratar el estrés debido a la satisfacción y relajación en que entra la pareja siendo favorable para la mente y el sistema circulatorio.
El hombre es altamente beneficiado con el sexo, este protege su próstata y elimina secreciones indeseables. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que su ejercicio debe ser sistemático, un cambio repentino puede ser perjudicial. Tómese al sexo como aliado para el cuerpo, no como enemigo para la salud.