Aunque cada día más parejas se unen a la moda de las relaciones abiertas o informales o, incluso, al poliamor, lo cierto es que una gran mayoría todavía sigue prefiriendo las relaciones monógamas tradicionales. En este tipo de relaciones, un porcentaje muy alto de personas coincide en que la peor traición posible que puede darse es una infidelidad. Es por eso que a menudo los celos hacen aparición y uno de los dos miembros vive con la sospecha de si su pareja le está siendo infiel. El objetivo entonces se convierte en pillar una infidelidad.

Descubrirlo suele ser cuestión de tiempo, sin embargo, si te encuentras en esta tesitura y te gustaría pillar una infidelidad cuanto antes (en caso de que exista), estos trucos te ayudarán a conseguirlo:

Observa pequeños cambios en el comportamiento diario: esta suele ser la primera señal y más obvia. Si tu pareja ha empezado a cambiar rutinas diarias, existe la posibilidad de que sea para encubrir una infidelidad. ¿Llega más tarde a casa algunos días? ¿Tiene viajes de trabajo que antes no tenía? ¿Cuida más su imagen? ¿Tiene hobbies nuevos de los cuales tú no participas? No es una señal clara, pero puede reforzar la sospecha de infidelidad si ya se tiene.

Revisa la papelera de su ordenador: si es una persona espabilada, seguramente borrará también la papelera en caso de que puedan haber pistas, pero nunca está de más comprobarlo. Periódicamente puedes entrar en esta carpeta y ver los últimos elementos que se han borrado. Y, si no encuentras nada pero además siempre está vacía, también puede ser una pista.

Coge su teléfono móvil: aquí tienes dos opciones para pillar una infidelidad, hurgar en sus mensajes cuando no te vea o, si te parece una violación de su intimidad, llevar a cabo un simple truco. Cuando deje su móvil solo, por ejemplo porque ha ido al baño o a ducharse, recíbele a su vuelta con su móvil en tu mano. No es necesario que leas información del aparato, simplemente que te vea con él en tu mano para que puedas observar la reacción de su cara. Si ves expresión de pánico, la cosa huele mal.

Huélele cuando vuelva a casa tarde: si es infiel y es despistado, notarás olor a perfume de mujer, sudor, alcohol… Algo que te pueda ayudar a saber que no ha estado donde dice haber estado. Y, si es infiel pero se esfuerza por hacerlo bien, olerá a ducha. A menos que se suponga que viene del gimnasio y lleve una mochila con ropa sudada y una toalla mojada, ¿cómo va a llegar por la noche tan fresco como ha salido de casa por la mañana?

Hazle visitas sorpresa: bien sea al trabajo, al gimnasio o donde se suponga que pasa su tiempo, puedes hacerle ocasionalmente visitas sorpresa con alguna muy buena excusa. Ir a comer juntos por sorpresa, pedirle sus llaves de casa porque te has dejado dentro las tuyas, llevarle algo que se haya dejado en casa… Busca un buen motivo y acércate a verle sin avisar. La cuestión aquí no es tanto pillarle in fraganti (que puede que también) como ver qué expresión muestra en su cara al verte aparecer cuando no lo esperaba. Si la sorpresa dura más de pocos segundos y no va seguida de una gran sonrisa, algo falla.

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