Al comenzar una relación de pareja tienes la oportunidad de ser sincera con tu chico y que no te vea como una mujer poco confiable al ocultar secretos. Son dos condiciones que te impones, si la relación va muy bien, quieres ser abierta y no dejar nada oculto, si no hay demasiada confianza, valoras que no merece la pena decirle todo sobre ti.
Puedes escoger cualquiera de estas dos opciones, aun que sí te aseguro: no se puede ser tan absoluta. Siempre hay que abrir algo de tu libro y dejar lo mejor oculto donde nunca sepa qué hay en él. ¿Quieres saber qué no debes nunca decirle a tu pareja, como si se tratara de una amiga o de tu hermano confidente?
– Todas tus parejas anteriores. ¿Por qué hay que decirle la lista exacta de las relaciones anteriores? Siempre hay algunos ex que no merecen la pena de recordar y menos aún con una nueva relación, que no sabes cómo juzgará tu pasado. Que solo conozca los necesarios y siempre que sea imprescindible.
– Tus errores. Hay errores que solo uno pesa bastante, otros, son más leves, pero la suma de todos es un peso que solo nosotras debemos llevar. Evita siempre contarle ese pasado donde pasaron cosas de las que no te sientes orgullosa, no tiene por qué saberlo, ¿acaso crees que él será perfecto? Descuida, que ellos sí se reservan sus errores aunque traten de conocer tu vida al dedillo.
– Tu sueldo. Este consejo es muy sabio, es mejor que tu pareja no sepa exactamente cuánto dinero ganas. Si es una cifra grande, le puedes interesar más por tu economía y llegar con el tiempo a interesarse más en ella que en ti. Si es menor, a ellos se les ocurre que gastas en cosas triviales cuando deberías gastar en el bien común para ambos. De cualquier manera, tu sueldo es privado, tanto como tu ropa interior, solo para tu uso particular y lo gastas como solo tú desees.