Para empezar, vamos a desmentir algo que suelen creer muchísimos chicos. Para gustarle a una chica no hay que ser guapo, divertido ni el tío más especial del mundo; si fuese así, querría decir que a todas las mujeres les gustan los mismos hombres, y la mayoría estaríamos solteros. Dicho esto, hay una serie de cosas a la que puedes sacar partido para incrementar al máximo tus posibilidades con esa chica especial.
#1 Huye de la friendzone
Uno de los problemas principales por el que no despegan muchas relaciones es la “zona de amigos”. Para que no te pille por ahí en medio, lo mejor es que tengas tu propia vida. Eso quiere decir que nada de estar juntos todo el día (si te tiene ahí siempre, no te echará de menos nunca); aprovecha para demostrarle que tienes otras aficiones e intereses. La razón básica de este consejo es que, si pretendes gustarle a esa chica, estar todo el día con ella te quitará más puntos de los que te va a dar.
#2 Ponerte guapo frente a ser guapo
Mira, hay una cosa que no falla, y son los hombres que ponen interés por su cuerpo y su vestuario. Preocúpate por estar en forma y aprende a vestir bien; no hace falta que saltes de estilo a estilo por moda: busca el tuyo. Si, a todo ello, le sumas una buena higiene personal, conseguirás incrementar tus opciones muchísimo, ¡en serio!
#3 De su amigo al coqueteo
Ser su amigo no va reñido con ser su pareja: todo lo contrario. Esto puede parecerte lioso, ya que te acabamos de decir que te escapes de la zona de amigos, pero la realidad es que tendrás que ser su amigo para enamorarla… Simplemente, asegúrate de que ella te ve o puede llegar a verte como algo más; para ello, hazla reír, pasa tiempo con ella y coquetea. Tener conversaciones sugerentes y halagar su físico o su personalidad de vez en cuando te mantendrá dentro de sus posibles pretendientes.
#4 Del contacto físico a la cita
Mientras preparas tu plan, empieza a tocarla; cuanto más os conozcáis, menos extraño será ese primer contacto físico, que necesitarás evaluar y preparar con calma. Sobre todo, no tengas prisa, no corras, y cuando lo veas claro, invítala a salir. Recuerda que, si le gustas, le gustas, y si no, deberías verlo antes de dar el siguiente paso; examina bien sus emociones, sus gestos, su actitud… y sé cómo tú eres, porque si le gustas tú, significa que le gusta tu forma de ser. ¡Adelante!