Para los que todavía no lo conozcan, el sexting consiste en enviar fotografías sexualmente explícitas o sugestivas a través del teléfono móvil (o las redes sociales). Dicho en otras palabras, las parejas que practican sexting se envían entre ellos fotos de partes de su cuerpo desnudas o semidesnudas, normalmente genitales o zonas muy sugerentes. También se incluyen vídeos dentro dentro de esta práctica sexual y no siempre se intercambian entre parejas, pues también se hace entre ligues o personas que buscan la intimidad física.
¿Cuál es la finalidad del sexting?
Evidentemente, esta especie de juego pretende excitar a la otra persona. Durante los últimos años se ha convertido en una práctica muy extendida entre jóvenes y adultos de todo el mundo. Esta especie de cortejo sexual es ya algo habitual dentro de las relaciones modernas basadas en la tecnología. Así, son muchos los que llevan a cabo esta práctica, especialmente a través de servicios de mensajería privados como Whatsapp.
¿Es peligroso el sexting?
El debate sobre este tema es inevitable, pues no son pocos los casos de fotos y vídeos que han salido a la luz, incluso de personas famosas. En ocasiones a causa de haber sido hackeados por profesionales malintencionados, pero otras veces simplemente por traición de la otra persona implicada en el juego.
Lo que está claro es que cuando practiquemos sexting debemos tener claro que el riesgo existe y, en caso de no querer asumir dicho riesgo, tener plena y absoluta confianza con la persona receptora de nuestras fotos o vídeos. Evitar que aparezca nuestro rostro o rasgos físicos muy reconocibles en las imágenes siempre aportará cierto anonimato y seguridad en caso de que acabaran en manos de terceros.
¿Es bueno el sexting?
Curiosamente, los estudios revelan que las parejas que practican el sexting habitualmente están más satisfechos y son más felices en su relación. Así, podría relacionarse esta prática con un incremento de la felicidad en pareja. Además, también se ha descubierto que la satisfacción en pareja lleva, a su vez, a practicar más sexting.
Lo que está claro es que si tenemos la confianza y seguridad necesarias, esta práctica puede ser realmente divertida y excitante. Y tú, ¿practicas el sexting ya?