Actualmente el sexo se define por la individualidad y por la gran variedad de gustos y preferencias que conviven. Los tabús son cada vez menos y cada cual vive su vida sexual como prefiere. Esto ha llevado a que haya tendencias curiosas que comparten un gran número de personas como preferencia actual, lo que podríamos decir que son prácticas sexuales que están de moda:
1. Sex diet o dieta basada en el sexo: es una práctica que llevan a cabo aquellos que quieren bajar de peso basando la quema de calorías en el sexo. Gracias al gran desgaste físico que supone, hacerlo muy regularmente sirve como ejercicio físico, que puede ir de menos a más intenso según se prefiera.
2. Sexo tántrico: Al igual que han estado y están de moda el yoga, la meditación y demás prácticas de filosofía oriental, esta tendencia también empieza a estar en auge en el dormitorio. El sexo tántrico comparte, de hecho, ejercicios con el yoga, y busca maximizar el placer y el número de orgasmos a base de evitar o retrasar la eyaculación masculina. Tiene puntos en común con el slow sex, pues pone la calidad por encima de la cantidad.
3. Booty call o llamada para sexo: se basa en el sexo sin compromiso, de carácter informal y con el único objetivo de sentir placer. Es habitual tener este tipo de relación con una o varias personas y hacerles una llamada cuando se tiene ganas. Esta práctica se ha extendido a Internet y cada vez más se utiliza este medio para hacer la “llamada” o incluso se encuentran las personas a través de páginas de contactos.
4. Precop, amigos con derechos o ‘follamigos’: se trata de dos amigos que comparten una amistad pero también prácticas sexuales ocasionales. El acuerdo entre ambos consiste en que no existe ni existirá un vínculo amoroso, por lo que disfrutan de la comodidad de sexo a la carta y de una buena amistad sin las complicaciones de una pareja sentimental formal.
5. King out (“el rey fuera”): es un equivalente a lo que anteriormente era conocido como peeting, es decir, caricias, besos y roces. La peculiaridad de esta práctica es que deja fuera el coito, no está permitida la penetración, por lo que el placer se basa en el roce y caricias y, como máximo, la masturbación y el sexo oral. Es una buena práctica para salir de la rutina y suele proporcionar una gran excitación, superior a las sesiones de sexo en las que se sabe que el paso final será el coito.