Todos queremos que alguien encuentre en nosotros valores, pero reconocer al adulador de la alabanza sana es otra de las posibilidades que debemos tener en nuestra vida.

El adulador trata de agradar, y el elogio excesivo y falso es un arma para ganar la voluntad de la persona que será víctima de la alabanza. Reconocer lo positivo que tenemos siempre resulta agradable en quien lo recibe, pero..¡cuidado!,.. tanto reconocimiento,  tantas palabras agradables pueden tener en el fondo otro mensaje.

El adulador no es un amigo de verdad, se vale de la falsedad para conquistar en el fondo un interés, ¿cuál interés? bueno, eso depende de la víctima, puede ser un jefe, un conocido con ciertas posibilidades, un familiar a heredar, en fin, hay que saber vislumbrar lo que tenemos que le pueda interesar a la persona que nos acribilla con elogios.

 

3 COMMENTS

  1. los conozco y son de cojones

  2. son babosos y pedantes conozco unos cuantos

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