Lo practiques o no, seguro que alguna vez te ha llamado la atención el sexo anal y te ha entrado curiosidad por probarlo. Y, si no lo has hecho, habrá sido posiblemente porque tu pareja no quiere o por temor al dolor o a la falta de higiene. Practicar el sexo anal correctamente tiene sus trucos y, si descubres todos sus secretos, es posible disfrutar mucho de la experiencia sin ningún tipo de problema.
El ano tiene muchas terminaciones nerviosas, por lo que es una de las zonas más sensibles del cuerpo y la penetración anal genera muchas sensaciones. Muchas mujeres son reacias a ello por los motivos que hemos comentado, pero es importante saber que el sexo anal no debería comportar dolor ni ser una experiencia sucia. ¿Cómo? Vamos a ver los secretos del sexo anal:
1. No debe ser doloroso. Cuando el sexo anal comporta dolor es porque se está haciendo incorrectamente. Las claves para evitar que sea una experiencia molesta residen en la dilatación y la lubricación. Si queremos tener una buena experiencia con el sexo anal debemos ser pacientes y dilatar y lubricar tanto como sea necesario.
2. No debe ser sucio. Evitar que el sexo anal se convierta en una experiencia sucia es tan sencillo como asegurarnos de tener una buena higiene. Ir al baño antes y luego lavarnos bien con agua y jabón permitirá que la experiencia sea tan limpia como el sexo vaginal.
3. Hay que estar relajado. Ambos miembros de la pareja, pero especialmente la parte receptora. Para disfrutar el sexo anal es totalmente necesario que los músculos estén relajados y la experiencia se viva con calma y naturalidad. El ritmo debe ser suave y tomarse tanto tiempo como sea necesario.
4. Hay que estar seguro. Si uno de los dos no está convencido de querer hacerlo, difícilmente saldrá bien. Para que no haya tensión ni prisas, ambos debéis querer hacerlo de verdad. La comunicación previa al sexo anal es imprescindible, hay que tenerlo en cuenta antes de lanzarse a la aventura. Explicarle a tu pareja estos secretos servirá para animarle a probar.
5. No debe olvidarse la protección. El sexo anal no está exento de riesgos, por lo que es importante no prescindir de protección sexual. Otro aliciente para utilizar un método de protección de barrera es asegurarse de que sea una experiencia 100% limpia, pues el preservativo servirá de protección también en este aspecto.