¿Quién no desea ser el mejor amante y resultar irresistible en la cama para cualquiera? Todos sabemos cómo se hace, algunos sabemos cómo se hace bien, pero pocos son los que resultan totalmente irresistibles en la cama. Esto es debido a que en nuestras primeras experiencias sexuales establecemos un patrón que nos satisface y parece satisfacer a nuestra pareja, de manera que seguimos repitiéndolo una y otra vez. Y, a menos que encontremos una pareja muy creativa y activa en la cama, lo más habitual es que terminemos por hacer siempre lo mismo y de la misma manera en la cama.
Si quieres ser irresistible para tu pareja o tus ligues y darles sesiones de sexo completamente inolvidables, hay algunos consejos que debes seguir y probar una y otra vez hasta que los domines. No subestimes el poder de trucos que no llevamos a cabo por pereza y que pueden hacer ver el cielo a nuestra pareja sexual, convirtiéndonos inmediatamente en un polvo inolvidable e irresistible.
Prepárate para aprender cómo ser irresistible en la cama:
1. Prepárate tú y prepara la ambientación. En el sexo todos los sentidos cuentan, y el estado de ánimo con el que empecemos puede marcar lo bien o mal que va a ir todo en la cama. Si te pones ropa interior y exterior atractiva, arreglas tu vello corporal y te das un buen baño y perfume antes de ver a tu pareja, será inevitable que te tenga ganas nada más verte. Si, además, puedes preparar la ambientación de la habitación, todo fluirá genial: sábanas limpias y suaves, media luz, tal vez velas aromáticas…
2. Haz preliminares creativos. Como siempre decimos, los preliminares son posiblemente el factor más importante en una relación sexual. Éstos marcarán tu éxito o fracaso en la cama, así que vale la pena dedicarle un buen rato y, por qué no, hacerlos creativos.
Puedes empezar con un masaje con aceites aromáticos que se va poniendo cada vez más caliente, acariciar todo su cuerpo y poner especial énfasis en los puntos erógenos. Saber qué le gusta más a tu pareja te permitirá llevar a cabo sus preferencias y que se ponga a tope más fácilmente.
3. Descubre qué le gusta y qué no. Hay personas que tienen preferencias muy claras y otras cosas que detestan. Generalizar sin conocer puede llevarnos al fracaso, por lo que ir preguntándole te ahorrará trabajo en vano. Por ejemplo, puedes ir probando cosas y preguntándole si le gusta o qué le gusta más. Tal vez te sorprenda con que le excita mucho que le acaricien los brazos o que odia el sexo oral. ¡Nunca se sabe!
4. Ve de menos a más y cambia de postura. Lo ideal para asegurar un clímax espectacular es ir poco a poco de menos a más. Si empezamos a tope, puede que la otra persona no esté en el mismo punto que nosotros y que terminemos mucho antes.
Empieza con sexo oral muy suave y caricias, alternando con masturbaciones mutuas. Luego ve probando diferentes posturas hasta que descubras cuál le proporciona mayor placer (lo notarás y, si no, preguntas) y cuando lo veas claro puedes empezar el sprint final hasta hacerle ver el cielo y las estrellas.