Una de las fantasías más habituales entre los tíos es que una enfermera especialmente cariñosa se nos acerque durante nuestra estancia en el hospital, tire de la cortina y empiece a demostrarnos que no solo sabe poner vías, proponer cambios en la medicación y hacernos un seguimiento constante…
Si por casualidad tienes la mala suerte de pasar por el hospital y notas que una de las auxiliares o de las enfermeras más jóvenes pasa por la habitación más a menudo de lo que sería lógico, a lo mejor es que está buscando algo más, ¿no crees? Vale. Sí. Esto no es una película X y tú no eres un actor porno, eso está claro, pero no dejan de ser cosas que, a veces, pueden pasar, y si ese es tu caso, ¿no sería un poco idiota no aprovechar la oportunidad?
Ante todo, te recomendamos que no vayas muy directo: si se te ve el plumero, no vas a conseguir nada; ella está trabajando y tú eres un paciente más, por lo que ahí hay un muro difícil de franquear de un único salto. Lo mejor es que te intereses por sus horarios y por su trabajo; empieza por robarle un par de minutos de más con temas del hospital, de sus ocupaciones, etcétera. Después, poco a poco, tocará pasar a la acción; prueba a lanzarle un par de indirectas y, si ves que no te corta, no está mal preguntarle un poco por su vida privada: ¡no abuses, estamos preparando el terreno!
Ahora toca evaluar los días que te quedan ingresado; si son varios, puedes dilatar las cosas, si se van terminando lo mejor es que pruebes a acelerar el tema. Las indirectas y las conversaciones que se derivan hacia lo personal son la mejor forma de empezar a crear confianza; si ahora crees que es buen momento para decirle lo guapísima que está con uniforme, ¿por qué no? Aquí, ingresado, poco más harás fuera del cine X, por lo que lo mejor es que le propongas un plan divertido u original o una primera cita.
Ahora toca conocerse un poco mejor, lejos de medicación, vías y demás, y si la cosa sale bien, ¿quién sabe? Sobra decir que es una historia realmente buena para explicar a vuestros amigos y amigas, y quizá a vuestros hijos… ¡Lánzate, prueba, diviértete y aprovecha estos consejos para seducir a una enfermera y quizá termináis enfermos…. de amor!