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Fortalece tu vagina con estos 5 ejercicios

Fortalecer los músculos de la vagina tiene innumerables beneficios para la mujer y para su pareja sexual. Esto es posible gracias a los famosos ejercicios de Kegel, que practicados a diario consiguen fortalecer la vagina mediante el desarrollo de los músculos de esta zona. Esto permitirá mejorar la experiencia sexual para los dos implicados en el coito, además de beneficios individuales para la mujer como escapar a la incontinencia urinaria.

Veamos 5 ejercicios de Kegel que te ayudarán a fortalecer tu vagina, que deberán ser repetidos mañana y noche cada día en 3 series de 20 repeticiones cada uno:

1. Sentada en una silla y con las piernas bastante separadas (unos 20cm), contrae y relaja todos los músculos de la vagina a la mayor velocidad posible. Un ritmo adecuado se asemejaría a una respiración agitada por haber estado haciendo un ejercicio intenso.

2. También sentada en la silla y con las piernas en la misma posición, contrae los músculos de la vagina pero en esta ocasión mantenlos apretados como si quisieras impedir que algo saliera de ella. Mantenlos contraídos mientras cuentas hasta 3 pausadamente y luego relaja y vuelve a empezar.

3. Ponte de pie y flexiona las piernas ligeramente, con los pies en paralelo separados por unos 20cm o 30cm. Ahora coloca tus manos en la cintura y empieza a contraer los músculos internos de la vagina, al mismo tiempo que mueves la pelvis de adelante a atrás y viceversa. Mantén los músculos contraídos mientras cuentas pausadamente hasta 3, relaja y vuelve a empezar.

4. Otra vez de pie pero sin flexionar las piernas, coloca los pies un poco separados y deja los brazos suelos y relajados. Ahora contrae los músculos de los glúteos (el trasero) tanto como puedas mientras cuentas pausadamente hasta 3. Luego relaja y vuelve a empezar.

5. Acostada en una superficie firme pero cómoda, deja tus brazos tendidos al lado del cuerpo y pon las piernas flexionadas. Ahora contrae los glúteos al mismo tiempo que vas elevando las caderas hasta donde puedas, para luego volver hacia atrás con los músculos de los glúteos todavía contraídos hasta que las caderas vuelvan a estar apoyadas. Relaja y vuelve a empezar.

Ejercicios Kegel

Nalgofilia

Como su propio nombre indica, esta curiosa filia implica deseo, pasión y obsesión por las nalgas del culo. Si es tu caso, seguramente te gustarán los traseros grandes y bien formados, pues es lo más habitual en las personas que parecen nalgofilia. Esta es una de las muchas filias relacionadas con partes del cuerpo, siendo la podofilia posiblemente la más conocida (atracción hacia los pies).

La nalgofilia no es algo exclusivo de los hombres, como se suele creer, pues hay tanto mujeres como hombres que se sienten poderosamente atraídos por los culos grandes y redondos. Para estas personas el impulso de mirar unas nalgas llamativas es incontrolable, así como el deseo de tocar y amasar esta parte del cuerpo durante sus relaciones sexuales.

Históricamente el culo siempre ha sido objeto de deseo y tener un trasero generoso se ha considerado síntoma de buena salud en las mujeres, así como de una gran fertilidad. Además, el reflejo inevitable de mirar hacia esta zona que tienen los hombres se remonta biológicamente hasta la prehistoria, cuando nuestros ancestros se desplazaban a cuatro patas y tenían a la altura de los ojos las posaderas de las hembras. De ahí se deriva la connotación tan sexual de esta zona también.

Por lo general, siempre que no se convierta en algo enfermizo, la nalgofilia es una condición que no tiene por qué resultar problemática ni insana para quien la padezca. La atracción sexual hacia las nalgas puede quedarse como algo privado dentro de la pareja y los juegos sexuales de habitación, sin ir mirando muy descaradamente ni sobando a desconocidos, como se podría llegar a imaginar.

Además, al ser una parte del cuerpo muy sexualizada en nuestra cultura, ni siquiera es necesario compartir esta información con los nuevos ligues en las primeras citas, pues a nadie le extraña que otra persona sienta atracción hacia su culo y le guste tocarlo durante las relaciones sexuales.

Las 5 parafilias sexuales más comunes

Todo hemos oído hablar de alguna que otra parafilia sexual y, aunque existen una gran cantidad de ellas, hay 5 que son las más comunes o habituales. Las parafilias sexuales se definen como conductas sexuales que se alejan de lo que se consideran prácticas normales en la sociedad. Y seguramente más de uno se sorprenderá al conocer las más comunes.

Exhibicionismo

Es la más común de las parafilias sexuales y se caracteriza por sentir el impulso, fantasear sobre ello e incluso llegar a exhibir los genitales propios a personas desconocidas por sorpresa. Esta parafilia suele aparecer con la mayoría de edad y es más frecuente entre los 20 y los 40 años. El exhibicionista suele ser un hombre heterosexual y, en muchas ocasiones, casado. Aunque se debate sobre las causas originarias de esta parafilia, los que la sufren suelen ser personas con una autoestima y confianza muy bajas.

Fetichismo

Posiblemente esta es la más conocida de las parafilias y consiste en conseguir la excitación sexual mediante la fantasía o el uso de objetos inanimados fetiche. Habitualmente se trata de ropa interior femenina, zapatos u otra prenda de vestir. En este caso también suele darse en hombres heterosexuales y normalmente se mantiene de por vida. Es una de las parafilias sexuales que menos repercusiones negativas suele conllevar en el plano personal, laboral y afectivo.

Froteurismo

Las personas que conviven con esta parafilia sexual sienten el deseo de fantasear con ello o llevar a cabo roces y tocamientos a otras personas en contra de su voluntad. Lo peculiar del froteurismo es que suele darse entre los 15 y los 25 años y tiende a reducirse o desaparecer en edades más avanzadas.

Masoquismo sexual

Esta es otra de las fantasías sexuales más conocidas, en la que se presenta el deseo de ser humillado, maltratado físicamente, atado o cualquier otra forma de sufrimiento y puede llegar a implicar un peligro real para la salud. Esta parafilia suele darse de por vida y la gravedad de los actos masoquistas crece con la edad o en situaciones de estrés. Los estudios indican que las fantasías masoquistas pueden empezar a aparecer ya en la infancia, aunque no se hacen efectivas hasta la edad adulta.

Sadismo sexual

Es la parte opuesta al masoquismo sexual dentro de las parafilias sexuales. En este caso se obtiene satisfacción sexual humillando y maltratando física y psicológicamente a otras personas. Al igual que en el caso anterior, las fantasías sádicas empiezan a aparecer en la infancia pero no se hacen efectivas hasta la edad adulta. Suele darse de por vida.

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Depilación y sexo

Hoy en día el tema de la depilación genital se ha convertido en un tema de moda que cuenta con seguidores y detractores y que genera opiniones para todos los gustos. Hay quienes opinan que depilar completamente los genitales, especialmente los de la mujer, favorece un sexo más placentero y limpio, mientras que otros consideran que es algo antinatural con más inconvenientes que ventajas y que no cambia en nada la calidad del sexo. Veamos la relación que hay entre depilación y sexo.

En el caso de los hombres, ya son muchos los que optan por depilar o recortar los pelos de su zona íntima, en ocasiones por higiene y, en muchos casos, para crear un efecto visual que haga parecer su pene más grande. En cualquier caso, es evidente que la sociedad no exige tantos cuidados en estos temas a los hombres y que, aquellos que lo hacen, lo hacen por decisión totalmente personal. Sobre depilación y sexo, para los hombres el pelo púbico afecta poco o nada al no cubrir el pene, que es el miembro con mayor acción. Sí podría considerarse incómodo, en algunos casos, para el sexo oral, si el vello es muy abundante.

El mayor dilema lo tienen las mujeres, pues su vello púbico cubre totalmente la entrada a sus genitales. La opción más habitual suele ser la depilación brasileña, que se limita a reducir la zona de pelo a una franja estrecha de vello que cubre la zona central del pubis y los labios mayores. A partir de ahí, se puede optar por dejar tan solo un poco de vello en el pubis y depilar los labios o, directamente, hacer una depilación integral. Las alternativas son dejar crecer el pelo de manera natural sin preocuparse por el tema o recortar la longitud del mismo, una opción también bastante popular, pues favorece la comodidad en el sexo y la higiene sin aumentar demasiado el riesgo de infección. Porque, paradójicamente, dejar la entrada de la vagina sin vello aumenta el riesgo de contraer una infección, pues el pelo tiene la función de resguardar y proteger.

Desde el punto de vista meramente estético, la depilación integral en la mujer es realmente polémica porque, aunque gusta mucho a algunas personas, muchos otros consideran que el efecto aniñado que crea es poco atractivo. Hay opiniones para todos los gustos, desde personas que prefieren el vello totalmente natural hasta todo lo contrario.

Entonces, ¿cómo debe ser el vello púbico para favorecer la experiencia del sexo? Aunque afecta poco más allá de lo meramente estético, sí es cierto que hablando de depilación y sexo, con la depilación integral la mujer puede vivir las sensaciones de manera intensificada gracias al mayor roce. Por otro lado, a la hora de hacer un cunnilingus, la comodidad es evidente, pues desaparece la barrera que supone el vello. Más allá de esto, el vello en el sexo es cuestión de gustos.

 

Depilación y cunnilingus