relación sexual

¡No caigas en el sexo vainilla!

Aunque tal vez la palabra no te suene, todos sabemos muy bien lo que es el sexo vainilla. Se trata del término que se utiliza en la cultura BDSM para describir el sexo más convencional. Es decir, hacer el misionero en la cama y de la manera más rápida posible para llegar al orgasmo. Lo que se podría definir como el sexo más básico y simple entre una pareja heterosexual. ¿Tiene algo de malo el sexo vainilla? Desde luego que no, pero haciendo referencia a la metáfora que da lugar a este término: ¿por qué elegir vainilla con la gran variedad de sabores que hay en el mercado?

Existen infinidad de posturas, muchas de ellas sencillas de llevar a cabo (perrito, cowboy, cowboy invertida, cucharita…), de igual manera que existen diferentes sitios de la casa o de fuera de la casa donde se puede practicar sexo bastante cómodamente (mesa del comedor, sofá, encimera de la cocina, el coche…) y juegos sencillos y divertidos (roles, juguetes sexuales, vendas…). ¿Por qué no probarlo todo antes de decidir que preferimos el sexo vainilla antes que cualquier otra cosa?

Está claro que para un primer encuentro sexual el sexo vainilla puede ser el más conveniente, pues la novedad ya aporta gran emoción y es más sencillo que ambos disfruten haciendo prácticas convencionales. Sin embargo, cuando ya se lleva un tiempo en la relación o se tienen ansias por probar cosas nuevas, ¿cómo vamos a olvidarnos del gran abanico de posibilidades que ofrece el sexo? Simplemente cambiando la postura y el escenario, la situación cambia radicalmente y deja de ser sexo vainilla y aburrido.

No caigas en el sexo vainilla

Y es que no hay nada para reavivar la chispa de la pasión como introducir pequeños o grandes cambios en la rutina sexual. Por eso, si estás en esta situación, te recomendamos que no caigas en el sexo vainilla y le des cada día una oportunidad a algo nuevo. Aquí mismo encontrarás gran cantidad de artículos con ideas innovadoras para subir la temperatura en la relación. Como ejemplos: abrir las ventanas, tapar los ojos con vendas, incluir un vibrador en los juegos, caracterizarse como un personaje sexy, pasar la acción a la silla, dejar de lado el coito a favor de otras prácticas… Hasta que no lo hayas probado todo, ¡no podrás saber qué es lo que más te gusta!

Cosas que nunca le debes decir a una mujer en la cama

Os habéis conocido, os habéis gustado y más pronto o más tarde has conseguido que ella se meta contigo en la cama. Has sabido seducirla y decirle cosas que le han gustado, pero si quieres que la experiencia vaya bien y ella quiera tener más sexo contigo, hay cosas que nunca le debes decir a una mujer en la cama:

¿Te falta mucho? Empezamos por una de las peores cosas que le puedes decir a una mujer en la cama. No solo porque fastidias el ambiente y le harás bajar toda la excitación en un segundo, sino porque depende de ti que tenga un orgasmo. Mejor pregúntate a ti mismo qué puedes hacer para que acabe.

Lo hacemos sin condón, ¿no? Primera y principal, no deberías querer hacerlo sin condón porque son demasiados los problemas a los que te expones haciendo esta arriesgada práctica. Pero, además, si accede estará preocupada todo el tiempo y, si no accede (lo más normal), seguramente empezará a desconfiar de ti de inmediato.

Hablar de tus ex. Ni para bien ni para mal, nombrar a alguna de tus ex en la cama cuando estás en pleno acto con una chica nueva, es algo muy feo. A ella le vas a cortar el rollo y, aunque acceda a seguir, va a estar incomoda el resto del tiempo.

Llegar al insulto con el dirty talk. Esto solo te lo puedes permitir con una chica que conozcas y sepas que le gusta. Ante la duda, nunca llegues a decir palabras demasiado fuertes en la cama porque lo más probable es que no le guste.

¿Son operadas? Lo sean o no lo sean, no deberías nombrarlo en ningún caso, al menos hasta que le tengas confianza. Y, por supuesto, el lugar más adecuado para preguntar algo así no es la cama. Puede que sean naturales y le halague, o puede que no, así que mejor no te arriesgues.

Parecías más delgada. Decir esto no sirve de nada y le vas a hacer sentir realmente mal. Sea como sea, te ha gustado cómo era y debes respetar su cuerpo, disfruta del momento sin dedicarte a juzgarla, seguro que tú tampoco eres perfecto.

Tenemos que acabar rápido. Si realmente no tienes tiempo, no haberte metido en faena. Si tu prioridad es estar con ella, tengas que acabar rápido o no, no lo digas. Mejor entrégate en cuerpo y alma a su placer para asegurarte de que acabe rápido, pero ella no necesita saber de tu prisa.

Equivocarte de nombre. Es un clásico y todos pensamos que no nos va a pasar, pero pasar pasa. Mejor no tener costumbre de decir nombres en caso de que tengas riesgo de equivocarte. Si lo dices, debes estar seguro de no equivocarte.

Tengo que enviar un mensaje. Sea lo que sea, no puede correr tanta prisa como para que tengas que romper la magia del momento para enviarlo. Antes de meterte en la cama con ella, piensa si tienes que avisar a alguien de que puedes llegar tarde o cualquier otra cosa y mejor pon el teléfono en silencio o apagado.

«Te quiero». Esto solo es adecuado durante el sexo cuando tienes una relación y ya lo has dicho antes. Lo sientas o no lo sientas, si lo dices por primera vez en la cama, ella sentirá la necesidad de parar y hablar el tema. Y, además, si no lo sientes y solo te has dejado llevar por el momento, te meterás en un problema de manera muy gratuita.

Follamigos

La relación de follamigos no es más que lo que toda la vida se ha llamado amigos con beneficios y que en inglés se conoce por fuck friends. Aunque este tipo de relación ha existido siempre, ahora se ha normalizado a niveles asombrosos, hasta al punto en que es casi tan habitual como las parejas de noviazgo. ¿En qué consiste la relación de follamigos? Como decimos, se trata de amigos con beneficios, es decir, dos personas que tienen una relación de amistad y que practican el sexo cuando a ambos les va bien y les apetece. Este tipo de relación es perfecta para las personas que no buscan compromiso alguno, aunque puede tener algunas desventajas para las personas que tienden a enamorarse. Veamos sus pros y contras:

Ventajas de ser follamigos:

Puedes seguir saliendo y ligando tanto como quieras: esa persona no es tu pareja, por lo que no te va a pedir explicaciones sobre lo que hayas en tu vid. De hecho, los follamigos ideales deben verse para el sexo y poco más.

No tienes obligaciones de pareja: nada de ir a comer con los suegros, escuchar las penurias de tu pareja o quedarte sin salir con tus amigos porque le habías prometido hacer otra cosa hace tiempo y ni te acordabas.

Puedes tener sexo con quien quieras: evidentemente, en la relación de follamigos no hay fidelidad que valga, cada cual hace lo que le apetece. Incluso se pueden tener varios follamigos o follamigas, mientras se saque tiempo de vez en cuando para satisfacer a todos, todo bien.

Inconvenientes de ser follamigos:

Si uno de los dos se enamora, se acabó: y el problema no es tanto que se acabe la relación, sino el mal rollo que puede conllevar que uno quiera algo más y el otro no. La clave para una relación de follamigos es que ambos lo tengan clarísimo.

Hay momentos de soledad: una de las mejores coses de tener pareja es que siempre tienes a alguien que te apoya y te hace sentir bien. Los follamigos no tienen esto, por lo que puede haber momentos de tristeza en soledad.

No puedes descuidar tu imagen: en las parejas estables la confianza crece hasta el punto de dar asco y esto permite descuidar a temporadas el aspecto físico sin que pase nada. En una relación de follamigos es inevitable intentar estar sexy en todo momento para la otra persona.

Conociendo pros y contras es más fácil decidir si este tipo de relación se adapta a nuestra forma de ser y puede satisfacernos de forma temporal o ilimitada. Lo mejor de los follamigos es que después de uno, puede venir otro, y otro…

5 trucos para el mejor sexo

Todos queremos llegar a ser amantes excelentes para ofrecer el mejor sexo a nuestras parejas sexuales. Algunos lo consiguen y muchos otros no, pero la cuestión es que cualquiera podría llegar a lograr vivir el mejor sexo simplemente siguiendo unos trucos y consejos. Está claro que de la práctica se hacen los maestros y para conseguir el mejor sexo ocurre lo mismo. Siguiendo las siguientes pautas y practicándolas siempre que sea posible conseguiremos ofrecer el mejor sexo y disfrutarlo al máximo:

1. Masturbación y auto-exploración.

El primer paso básico y fundamental para conseguir el mejor sexo siempre será conocer perfectamente nuestro cuerpo. Esto significa masturbarnos siempre que sea posible, sin miedo, incluso cada día si tenemos tiempo y así lo deseamos. Pero no se trata de masturbación por simple placer (que también), sino que deberemos observarnos, observar nuestras reacciones y nuestro cuerpo, para aprender poco a poco qué sitios exactos nos hacen sentir más placer, medir los tiempos, etc.

2. Perder la vergüenza y ser comunicativos.

Lo fundamental para ofrecer el mejor sexo a nuestras parejas sexuales es saber qué es lo que más les gusta exactamente. Siendo así, lo lógico es ser muy comunicativos antes, durante y después del sexo. De igual manera, es conveniente que nosotros también informemos a la otra parte de aquello que más nos gusta, sin ningún tipo de vergüenza. Preguntar regularmente si le gusta o qué puedes cambiar para que le guste más conseguirá que alcance un clímax memorable.

3. Estar en forma asegura mejor sexo.

Así es, aunque no se trata de ser deportistas de élite ni de estar todo el día metidos en el gimnasio, sí que es cierto que tener buena forma física y buen fondo asegura la capacidad de conseguir mejor sexo. Es una cuestión de lógica: un cuerpo esbelto y flexible podrá conseguir practicar mayor número de posturas sexuales, de igual manera que una buena capacidad pulmonar y unos músculos tonificados conseguirán el aguante necesario para tener el mejor sexo.

4. La creatividad en el sexo no tiene límites.

Cualquier cosa que creas que os podría excitar sexualmente a ti o a tu pareja sexual, tiene cabida, siempre que sea seguro para ambos, claro está. Si te apetece introducir alimentos en el juego, pruébalo; si quieres empezar a usar juguetes sexuales, ¿por qué no?; si os apetece darle uso al kamasutra, ¿qué os lo impide? Algunas cosas no saldrán bien, pero cuando una funcione, os hará experimentar sensaciones totalmente nuevas.

5. Olvídate de prácticas peligrosas.

Porque para conseguir el mejor sexo no es necesario poner en peligro tu salud. Hay demasiados puntos erógenos, posturas, juguetes y sitios donde hacerlo como para decantarte por prácticas que impliquen objetos punzantes, fuego o cualquier cosa potencialmente peligrosa. Si realmente te interesa probar cosas extremas, es recomendable que acudas a algún club de expertos para que te asesoren. Pero si no lo necesitas, disfruta del mejor sexo de una manera más natural, que está más que comprobado que se puede.