elogios

El toque romántico en una cita llega siempre de la mano del hombre, ella espera que él le haga sentir como una reina con sus caricias, cariñitos, besos y todo lo demás, como palabras suaves, estimulantes y llenas de ternura.

Los estímulos sexuales debes guardarlos para otro momento, más adelante, lo primero es ir a las emociones, los sentimientos y el amor, exista en ti o no.  Estos son los más completos y engloban a todos los demás, porque  decir “te amo” o “te quiero” antes del acto sexual, desencadena en la mujer una serie de sentimientos internos y externos positivos para la pareja. La excitación erótica en la mujer se desencadena con estos momentos previos, cargados de ternura y romanticismo. Si logras llevarlos a efecto, tienes ganado un paso importante para llevar a buen término el sexo.

Citas románticas
Citas románticas

Otro momento que nunca puedes olvidar es excitarla sexualmente con los besos, cariñosos y húmedos, y pasarlos a los senos y el trasero, pero todo paso a paso, no te saltes cada uno y vayas de una vez a lo que más te pone caliente. Chupar el pezón, acariciar nalgas, frotarla por detrás, acariciar su espalda, todo eso forma parte del ritual del coito perfecto.

Tampoco olvides las palabras que le dices, porque tienen mucho efecto para lograr la excitación de una mujer. Llénale los sonidos de elogios sobre su cabello, su piel, su cuerpo, su boca, lo que surja decirle en el momento, quizás no sea tan bella pero en ese momento su cuerpo es el mejor manjar que tienes para devorar, y demostrarle que te despierta el apetito la pone más atrevida. Ten cuidado con las palabras que dices, si no te expresas bien lo puedes echar todo a perder.

Todos queremos que alguien encuentre en nosotros valores, pero reconocer al adulador de la alabanza sana es otra de las posibilidades que debemos tener en nuestra vida.

El adulador trata de agradar, y el elogio excesivo y falso es un arma para ganar la voluntad de la persona que será víctima de la alabanza. Reconocer lo positivo que tenemos siempre resulta agradable en quien lo recibe, pero..¡cuidado!,.. tanto reconocimiento,  tantas palabras agradables pueden tener en el fondo otro mensaje.

El adulador no es un amigo de verdad, se vale de la falsedad para conquistar en el fondo un interés, ¿cuál interés? bueno, eso depende de la víctima, puede ser un jefe, un conocido con ciertas posibilidades, un familiar a heredar, en fin, hay que saber vislumbrar lo que tenemos que le pueda interesar a la persona que nos acribilla con elogios.