Una relación encantadora, dependiente y tormentosa, es lo que nos cuenta “La vida de Adele“, el polémico film que ya ha secado sus ampollas pero sigue dando qué hablar allí donde se exhibe.Tanto engancha, que muchas nos vemos reflejados en ese corredor de pasiones que viven las protagonistas.

No tiene que ser precisamente, como en el caso del filme, el primer amor el que comparemos con nuestras vidas. Esta relación podemos vivirla en distintos momentos, pues no pocas mujeres han sentido es atracción sexual por una amiga, compañera de estudios o de trabajo o por una desconocida.

Las escenas de sexo que podemos ver entre Adele y Emma, ya no causan tanta repulsa en los espectadores y es de notar que es el sexo masculino el que se ha inclinado a comentar en forma favorable el film. Esto, además del hecho de que sea un hombre quien cargue con esa filmación, engrosa la idea de que a los hombres les atrae mucho más el sexo entre lesbianas que el sexo entre una pareja heterosexual.

Por otra parte, las mujeres también se sienten atraídas  por las escenas bien cargadas de deseo que logran las actrices protagonistas, un detalle que no se logra ni siquiera en el cine porno donde todo es puro sexo sin sentimiento. En “La Vida de Adele”, la carga erótica se funde con el amor, demostrando que las dos pasiones se complementan.

A escondidas, este film ha demostrado que la relación sexual entre dos mujeres tiene mucho de encanto y de magia para las que la disfrutan, lo mismo que se desea en una relación heterosexual, sin que sea la realidad de este tipo de pareja. El primer amor disfrutado así, resultará inolvidable para quien lo viva a plenitud, a la vez que esperará en el futuro una relación pasional del mismo calibre. A escondidas, sí, muchas chicas han sentido ese pinchazo sentimental, algo por lo que la homosexualidad femenina vuelve a tocar las puertas de quienes llevan ese recuerdo en su propia sangre.