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Cine erótico para mujeres

No hace pocos años que está en marcha la revolución del cine erótico para mujeres o porno rosa. Se trata de pornografía hecha por y para mujeres, donde ellas no tienen un papel pasivo cuyo único objetivo es proporcionar placer a los hombres, sino que son protagonistas y buscan conseguir relaciones sexuales satisfactorias.

El inicio del cine erótico para mujeres o porno rosa se marca en 1981, cuando Annie Sprinkle, ex prostituta hecha directora de cine, filmó «Deep Inside Annie Sprinkle». Esta película porno tiene muchos guiños a las mujeres, pero no es ni mucho menos la única ni la última de lo que se convertiría en la revolución que es hoy en día el porno rosa.

Pero existen, además, películas convencionales con una alta carga erótica que son ideales para subir la temperatura solas o en pareja. Este tipo de películas gustan mucho en general a las mujeres, las cuales prefieren disfrutar de historias con argumento y donde la mujer tiene un papel complejo y protagonista frente a las típicas películas porno donde todo va de sexo duro.

Veamos algunas de las películas más populares de cine erótico que pueden disfrutar todas las personas que quieran pasar una tarde entretenida y subida de tono:

Lucía y el sexo (2001)

Protagonizada por Paz Vega y controvertida desde antes de su estreno, esta película no solo tiene escenas de sexo muy calientes, sino que ofrece personajes complejos e interesantes. No en balde la protagonista recibió un Goya a actriz revelación.

Secretary (2002)

Una película oscura donde el sadomasoquismo es el protagonista. Pero además la relación protagonista está formada por una secretaria y su nuevo jefe, por lo que gustará mucho a aquellos que sean aficionados a los juegos de roles.

Nine songs (2004)

Llena de escenas subidas de tono, esta película narra una historia de pasión entre sus dos protagonistas. En este caso se puede disfrutar de todo tipo de relaciones sexuales, desde encuentros convencionales hasta orgías desbocadas.

Castillos de cartón (2009)

Si tu fantasía es experimentar sexualmente con varias personas, esta película basada en un trío de personajes te gustará. En ella se pueden ver diversas escenas donde los protagonistas disfrutan de aventuras sexuales intensas.

Iniciación para parejas swinger

Si tu vida sexual en pareja está de capa caída y os habéis planteado probar con el intercambio de parejas, hay alguna información que os vendrá muy bien para vuestra iniciación. Las parejas swinger son, como bien sabrás, parejas que deciden intercambiarse en situaciones concretas con otras parejas para tener experiencias eróticas y sexuales. Son parejas estables y, en muchas ocasiones, cerradas, que deciden tener relaciones sexuales fuera de su relación de manera conjunta y acordada. El mundo swinger es mucho más amplio de lo que puede parecerle a alguien que no está metido, pues las parejas que lo disfrutan suelen ser muy discretas y reservadas.

Aunque parezca increíble, las parejas swinger suelen reforzar su relación con los intercambios de pareja, sin embargo es importante que exista una gran confianza y comunicación previamente. Sin duda, el swinging no es una manera de arreglar una situación de distanciamiento y desconfianza. Por tanto, debemos partir de una relación estable, sana y con máxima confianza y comunicación. Si es el caso y se desea añadir emoción a la vida sexual de la pareja mediante un intercambio con otras parejas swinger, tan solo hay que seguir los siguientes pasos:

1. Empieza por Internet: como seguramente ya habrás descubierto, en Internet hay mucha información sobre parejas swinger. Foros y páginas especializadas te permitirán informarte a fondo y contactar con clubs u otras parejas que os permitan llevar adelante vuestra fantasía. Cread un perfil en una página de contactos que permita registrarse a parejas, como es FuegodeVida, y empezad a contactar de manera anónima con otras parejas que busquen lo mismo que vosotros.

2. Decidid lo que buscáis: no todas las parejas swinger tienen la misma fantasía ni buscan lo mismo, las opciones son muchas más de lo que puedas imaginar. Tal vez queráis intercambiaros con otra pareja, incluir solo a una tercera persona (hombre o mujer), que uno lo haga con otra persona mientras el otro mira, que alguien os mire hacerlo a vosotros… Deberéis decidir lo que buscáis antes hacerlo para evitar malentendidos, o tal vez probarlo todo para ver qué os gusta.

3. Los clubes de swingers: si entrar directamente a una pareja swinger a través de Internet os da corte, tal vez os interese buscar un club de swingers de vuestra ciudad o alrededores para iniciaros. En estos lugares suelen haber diferentes salas para diferentes actividades, por lo que deberéis pedir información para decidir por dónde empezar. También encontraréis clubes donde se utilizan señales en la vestimenta para indicar lo que se busca. Sea como sea, seguro que os resultará muy sencillo encontrar a alguien que os ayude y os informe en caso de duda.

En definitiva, prepararos previamente y tener mucha comunicación os ayudará a que vuestra iniciación como pareja swinger funcione perfectamente y sea todo un éxito. Si a ambos os atrae la idea, no dudéis en intentarlo porque puede suponer toda una revolución en vuestra vida íntima.

¡No caigas en el sexo vainilla!

Aunque tal vez la palabra no te suene, todos sabemos muy bien lo que es el sexo vainilla. Se trata del término que se utiliza en la cultura BDSM para describir el sexo más convencional. Es decir, hacer el misionero en la cama y de la manera más rápida posible para llegar al orgasmo. Lo que se podría definir como el sexo más básico y simple entre una pareja heterosexual. ¿Tiene algo de malo el sexo vainilla? Desde luego que no, pero haciendo referencia a la metáfora que da lugar a este término: ¿por qué elegir vainilla con la gran variedad de sabores que hay en el mercado?

Existen infinidad de posturas, muchas de ellas sencillas de llevar a cabo (perrito, cowboy, cowboy invertida, cucharita…), de igual manera que existen diferentes sitios de la casa o de fuera de la casa donde se puede practicar sexo bastante cómodamente (mesa del comedor, sofá, encimera de la cocina, el coche…) y juegos sencillos y divertidos (roles, juguetes sexuales, vendas…). ¿Por qué no probarlo todo antes de decidir que preferimos el sexo vainilla antes que cualquier otra cosa?

Está claro que para un primer encuentro sexual el sexo vainilla puede ser el más conveniente, pues la novedad ya aporta gran emoción y es más sencillo que ambos disfruten haciendo prácticas convencionales. Sin embargo, cuando ya se lleva un tiempo en la relación o se tienen ansias por probar cosas nuevas, ¿cómo vamos a olvidarnos del gran abanico de posibilidades que ofrece el sexo? Simplemente cambiando la postura y el escenario, la situación cambia radicalmente y deja de ser sexo vainilla y aburrido.

No caigas en el sexo vainilla

Y es que no hay nada para reavivar la chispa de la pasión como introducir pequeños o grandes cambios en la rutina sexual. Por eso, si estás en esta situación, te recomendamos que no caigas en el sexo vainilla y le des cada día una oportunidad a algo nuevo. Aquí mismo encontrarás gran cantidad de artículos con ideas innovadoras para subir la temperatura en la relación. Como ejemplos: abrir las ventanas, tapar los ojos con vendas, incluir un vibrador en los juegos, caracterizarse como un personaje sexy, pasar la acción a la silla, dejar de lado el coito a favor de otras prácticas… Hasta que no lo hayas probado todo, ¡no podrás saber qué es lo que más te gusta!

Trucos para pillar una infidelidad

Aunque cada día más parejas se unen a la moda de las relaciones abiertas o informales o, incluso, al poliamor, lo cierto es que una gran mayoría todavía sigue prefiriendo las relaciones monógamas tradicionales. En este tipo de relaciones, un porcentaje muy alto de personas coincide en que la peor traición posible que puede darse es una infidelidad. Es por eso que a menudo los celos hacen aparición y uno de los dos miembros vive con la sospecha de si su pareja le está siendo infiel. El objetivo entonces se convierte en pillar una infidelidad.

Descubrirlo suele ser cuestión de tiempo, sin embargo, si te encuentras en esta tesitura y te gustaría pillar una infidelidad cuanto antes (en caso de que exista), estos trucos te ayudarán a conseguirlo:

Observa pequeños cambios en el comportamiento diario: esta suele ser la primera señal y más obvia. Si tu pareja ha empezado a cambiar rutinas diarias, existe la posibilidad de que sea para encubrir una infidelidad. ¿Llega más tarde a casa algunos días? ¿Tiene viajes de trabajo que antes no tenía? ¿Cuida más su imagen? ¿Tiene hobbies nuevos de los cuales tú no participas? No es una señal clara, pero puede reforzar la sospecha de infidelidad si ya se tiene.

Revisa la papelera de su ordenador: si es una persona espabilada, seguramente borrará también la papelera en caso de que puedan haber pistas, pero nunca está de más comprobarlo. Periódicamente puedes entrar en esta carpeta y ver los últimos elementos que se han borrado. Y, si no encuentras nada pero además siempre está vacía, también puede ser una pista.

Coge su teléfono móvil: aquí tienes dos opciones para pillar una infidelidad, hurgar en sus mensajes cuando no te vea o, si te parece una violación de su intimidad, llevar a cabo un simple truco. Cuando deje su móvil solo, por ejemplo porque ha ido al baño o a ducharse, recíbele a su vuelta con su móvil en tu mano. No es necesario que leas información del aparato, simplemente que te vea con él en tu mano para que puedas observar la reacción de su cara. Si ves expresión de pánico, la cosa huele mal.

Huélele cuando vuelva a casa tarde: si es infiel y es despistado, notarás olor a perfume de mujer, sudor, alcohol… Algo que te pueda ayudar a saber que no ha estado donde dice haber estado. Y, si es infiel pero se esfuerza por hacerlo bien, olerá a ducha. A menos que se suponga que viene del gimnasio y lleve una mochila con ropa sudada y una toalla mojada, ¿cómo va a llegar por la noche tan fresco como ha salido de casa por la mañana?

Hazle visitas sorpresa: bien sea al trabajo, al gimnasio o donde se suponga que pasa su tiempo, puedes hacerle ocasionalmente visitas sorpresa con alguna muy buena excusa. Ir a comer juntos por sorpresa, pedirle sus llaves de casa porque te has dejado dentro las tuyas, llevarle algo que se haya dejado en casa… Busca un buen motivo y acércate a verle sin avisar. La cuestión aquí no es tanto pillarle in fraganti (que puede que también) como ver qué expresión muestra en su cara al verte aparecer cuando no lo esperaba. Si la sorpresa dura más de pocos segundos y no va seguida de una gran sonrisa, algo falla.