Volver a practicar sexo después de una separación

Quizá una de las experiencias que se nos han hecho a muchos (y muchas) más cuesta arriba es practicar sexo con otra persona después de romper una relación larga con nuestra pareja de siempre.

En la cama, no tardamos en descubrir que el ritmo al que a la otra persona le encantaba, no le acaba de convencer a esta, que sus gustos sexuales no son exactamente los mismos y que toca conocerse y entenderse desde cero con tu nueva pareja o con tus ligues.

Para empezar, te recomendamos cinco pautas que harán de este proceso algo más fácil:

• No te niegues la realidad: ten presente que se ha acabado una relación, y que empieza otra (u otras), vive tus emociones como llegan y, si te desbordan, date un tiempo.
• El pasado, mejor dejarlo atrás. Tras un tiempo, entenderás que tanto lo bueno como lo malo de esa relación que se ha acabado queda para el recuerdo, y que eso es mejor que peor sin duda: perdona, olvídate y no dejes que tus nuevas relaciones se contaminen de lo que pasó con tu anterior pareja.
• Disfruta del momento. Estés empezando una nueva relación amorosa o quieras ir de flor en flor, lo mejor es que te centres en pasártelo bien y exprimir la experiencia al máximo.
• Recuerda tomar precauciones, sobre todo si vas a practicar sexo con varias personas o con personas que no conoces demasiado bien todavía.
• Crea nuevas pautas, con tranquilidad, de forma natural… como ocurrió con tu otra pareja, sin forzarlo.

Según los expertos, tras una separación, practicar sexo es más complicado porque afecta a los cuatro puntos básicos sobre los que se sujeta una relación estable: iniciativa, frecuencia, rituales sexuales y no sexuales y resolución de conflictos; para todo ello tendremos que reconstruir una serie de bases que, antes o después, volverán a solidificar.

Aquello más importante, desde la excitación hasta las nuevas experiencias, es tener claro qué nos gusta y qué no, que debemos hablar con nuestra pareja o parejas (sentimentales o sexuales) y que ni aceptaremos practicar cosas que no nos gustan (aunque intenta ser un poco abierto/a) y actuar según los dos puntos anteriores.

El respeto, la confianza y la atracción en la cama son propios de gente con las ideas claras, y eso es lo que debemos buscar, aunque la idea se limite a pasárselo bien y disfrutar al máximo en el dormitorio.