La mayoría de mujeres han fingido un orgasmo alguna vez en su vida, bien sea para terminar rápido o para satisfacer a su pareja. Es algo que a algunos hombres les haría sentir mal saber y a otros no les importaría, pero en la mayoría de casos les gustaría poder averiguarlo. Aunque muchas veces la propia mujer delata un orgasmo fingido al hacerlo demasiado exagerado o teatral, otras lo hacen realmente bien y no hay manera de saber si ha sido un orgasmo real o un orgasmo fingido… ¿O sí que hay manera de saberlo?

Vamos a ver las señales que indican que ha sido un orgasmo fingido:

Respiración y ritmo cardíaco: esta es posiblemente la pista más fácil de detectar. Durante un orgasmo real, las pulsaciones y la respiración de la mujer se acelerarán inevitablemente, y es relativamente sencillo estar atento a este hecho, incluso unos segundos después de haber pasado el orgasmo o supuesto orgasmo.

Espasmos en la vagina: concretamente en los músculos vaginales se dan espasmos en el momento del orgasmo y no hay manera de esconderlo o fingirlo. Se dan entre 3 y 10 movimientos fuertes y son fáciles de notar en el pene. Durante un orgasmo fingido no se darán estos espasmos, como mucho algún apretón forzado fácil de diferenciar.

Confusión y cansancio físico: el aspecto de una mujer los segundos después de un orgasmo es algo muy concreto. En el rostro se puede apreciar la confusión y desorientación que deja el placer que se acaba de sentir y durante un momento es realmente difícil que ella se incorpore y esté activa para hacer cualquier otra cosa más que disfrutar el momento. Esto, sin embargo, es sencillo de fingir si es buena actriz.

Pupilas dilatadas: conforme la mujer se aproxime al orgasmo, sus pupilas estarán cada vez más dilatadas. Si estas permanecen del mismo tamaño en todo momento, muy posiblemente no esté sintiendo placer alguno y lleve a cabo un orgasmo fingido. El problema es que, aunque esta prueba es bastante fiable, es difícil fijarse en este detalle sin que quede realmente raro. Encender la luz y acercarse a abrirle los ojos no es una opción, sería peor el remedio que la enfermedad.

Reducción del clítoris: este pequeño órgano femenino sufre una reducción de tamaño hasta el punto de prácticamente desaparecer en el momento previo a un orgasmo real. Aunque es algo difícil de apreciar según en qué posiciones, otras como el sexo oral facilitan la observación. Lo mejor de este dato es que sirve para saber en qué momento no hay que parar de estimularla por nada del mundo.

NO COMMENTS

Leave a Reply