Entre las distintas parafilias que hemos presentado, hay una que es bastante común y no está excesivamente mal vista. Se trata de la amomaxia, una parafilia que requiere de unas circunstancias concretas para llevarse a cabo pero que, por su relativa sencillez, no suele ser problemática de cumplir.

La amomaxia es la necesidad de practicar sexo en coches aparcados con el fin de conseguir la excitación suficiente para penetrar o disfrutar con nuestras parejas; del mismo modo que la agorafilia, requiere de unas circunstancias específicas, pero que no son tan difíciles de emular como en el caso de la agrexofilia, por ejemplo, donde se requiere sentir que una tercera persona (o más) nos están observando mientras practicamos sexo.

Aquellos que viven la amomaxia en sus vidas deberán tomar las debidas precauciones para no ser vistos y, en la mayoría de países, multados por exhibicionismo o conducta indecente, pero en la mayoría de los casos encontrarán su pequeño nidito de amor en cualquier aparcamiento o zona apartada.

Cabe destacar que, como el resto de parafilias, la diferencia entre la apetencia y la necesidad es lo que define este comportamiento, puesto que cualquiera de nosotros puede convencer a su pareja para practicar sexo en un automóvil, la mayoría no necesitaremos el coche para excitarnos y poder hacerlo; además, restringir la práctica al coche tiene otra serie de contratiempos lógicos que pueden afectar a nuestras relaciones como es fácil de imaginar.

Al final, la búsqueda de estas circunstancias especiales y las limitaciones que supone tener sexo únicamente en un coche hacen que la mayoría de los que padecen esta parafilia busquen ayuda profesional, puesto que no es algo cómodo y restringe las posibilidades sexuales a un espectro mucho menor del habitual.

Asimismo, a diferencia de fetichismos u otras necesidades y filias sexuales —por ejemplo aquellas ligadas al bondage o a un estilo de vida BDSM—, resulta muy difícil integrar en sociedad la amomaxia, haciendo que, a grandes rasgos, aquellos que la han vivido afirmen que es muy complejo mantener una vida sexual dentro de los cánones de normalidad.

Sea como sea, cada persona es un mundo y cada forma de vivir la sexualidad es tan lícita como el resto mientras sea consensuado y sano para todos, por lo que poco más podemos que preguntar cuál es vuestra opinión: ¿es la amomaxia un grave problema u otra forma de ver la vida?

4 COMMENTS

  1. …y si la chica está de infarto…¡que me miren!, eso es lo que quiero

  2. Lo han probado mientras llueve? genial, puro morbo

  3. estáis atras ya ni se practica ahora el sexo es en plena plaza o calle

  4. precaución? jaaaa, si lo que mas mola es que me vean en medio de la nada desnudo con una chica en mi cochazo.

Leave a Reply