Tener orgasmos múltiples es algo que, popularmente, va solo asociado al sexo femenino. Sin embargo, hay estudios que demuestran que los hombres y las mujeres no somos tan diferentes en este ámbito y que hasta un 12% de los varones tendría la capacidad de tener orgasmos múltiples. Así, existen hombres multiorgásmicos que, incluso sin ellos saberlo, podrían conseguir vivir esta experiencia socialmente asociada a la mujer.

La diferencia entre hombres y mujeres se encuentra en el llamado «periodo refractario», que no es ni más ni menos que el tiempo que hay que esperar desde un orgasmo y eyaculación hasta poder tener el siguiente. Para conseguir ser multiorgásmico se debería reducir al máximo el periodo refractario o hacerlo incluso inexistente. De esta manera, no sería necesario esperar entre un orgasmo y otro o, en todo caso, pocos segundos, pudiendo mantener la excitación entre uno y otro.

Normalmente, cuando se habla de hombres multiorgásmicos está hablando de conseguir orgasmos de manera separada a la eyaculación, como propone el sexo tántrico. Sin embargo también existe la posibilidad de tener multiorgasmos unidos a multieyaculación, esto es tener varios orgasmos y varias eyaculaciones seguidos. Sin embargo, esto es algo mucho más puntual y pocos son los hombres que disfrutan de ello. Normalmente esta situación va unida a una experiencia muy especial en circunstancias muy concretas, cuando la excitación es tan grande que se puede mantener la erección hasta volver a eyacular y sentir un nuevo orgasmo.

Una manera de conseguirlo es mediante la estimulación del punto G masculino. Se sabe que acariciar esta zona durante el coito permite al hombre sentir orgasmos más intensos, pero también es posible conseguir orgasmos múltiples mediante este método. Así, explorar el punto G masculino ofrecería a los hombres que lo deseen la posibilidad de practicar para llegar a conseguir orgasmos de mayor calidad y, en el mejor de los casos, múltiples.

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  1. Tuve una vez una pareja que era multiorgásmico y yo fría como una rana porque lo suyo era meter y sacar semen y así varias veces sin más nada, que vamos, el tío era una vaca y yo lo que quería era cariñitos antes de tener sexo para poder llegar al clímax. Y aclafro, era un bombón físicamente pero que va tuve que dejarle en la cama era un dolor.

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