Está claro que el porno tiene muchas utilidades y son muchas las personas que lo disfrutan siempre que pueden. Sirve como estímulo para la masturbación en solitario y también para calentar a una pareja antes de que se pongan manos a la obra. Sin embargo, el porno nos presenta escenas muy irreales que pueden dar lugar a falsas creencias que produzcan frustración en la cama.

Es importante recordar que no todo lo que vemos en el porno es real, de hecho pocas cosas lo son, y que por más que lo disfrutemos, no es el tipo de experiencia que podemos esperar en el sexo con una persona normal. Asimilar esto nos ahorrará frustraciones y malas experiencias. Vamos a ver las 5 falsas creencias principales que ha creado el porno:

1. Todos los hombres tienen penes enormes. En el mundo real hay penes de todos los tamaños, colores y formas, a pesar de que el porno nos transmita la idea de que todos los hombres tienen un pene enorme y perfecto. En este punto es importante tener en cuenta que los penes demasiado grandes pueden hacer daño en la vagina y que es preferible que un compañero sexual tenga un miembro más pequeño, siempre que lo sepa usar bien.

2. Todas las mujeres tienen infinidad de orgasmos. Bien sabemos que la mayoría de las mujeres en el mundo real tienen uno o dos orgasmos por sesión sexual, en el mejor de los casos. Por supuesto existen las multiorgásmicas, pero son una minoría en comparación con la población general. Esperar tener tantos orgasmos como las actrices porno representan es algo irreal y frustrante, además de que en la gran mayoría de las ocasiones ellas solo están actuando.

3. Las mujeres se excitan en pocos segundos. Evidentemente esto no es así, y cualquier hombre que haya intentado penetrar a una mujer a los pocos segundos de meterse en la cama habrá notado una seria resistencia física y verbal. En las películas porno lo preparan todo para ofrecer el máximo espectáculo posible y dejar fuera todas las partes que el espectador puede considerar aburridas. Pero en la vida real, las mujeres necesitan una buena sesión de preliminares con besos, caricias, roces y juegos varios.

4. Las posturas imposibles son fáciles. Muchos habrán comprobado que ciertas posturas que se practican habitualmente en el porno no tienen nada de fácil, todo lo contrario. Además, que una postura sea muy espectacular visualmente no la hace más divertida ni placentera. Normalmente se disfrutan mucho más aquellas posturas en las que ambos están cómodos y pueden centrarse solo en el placer y no en si se van a caer de cabeza o se les ha dormido el pie.

5. Todo el mundo está dispuesto a tener sexo en cualquier momento. Por desgracia esto no es así, pero así debe ser para tener una vida normal y estructurada. Hay un momento para cada cosa y, para disfrutar el sexo, primero hay que encontrar el momento y la persona que también lo desee. Cuando se intenta ligar con alguien para echar un polvo, es muy habitual ser rechazados una y otra vez y esto no debe resultar frustrante por comparación con el porno, pues lo imposible es lo que ocurre en este tipo de películas. ¡Paciencia y a seguir buscando!

Situaciones irreales del porno

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