Al pasear por cualquier ciudad, podemos encontrarnos tiendas de juguetes eróticos y aunque nos gustaría entrar, no lo hacemos porque nos da vergüenza de que podamos ser vistos.

Esto nos sucede a menudo, a los hombres les da igual, a nosotras sí nos preocupa porque podrán pensar que..¿qué podrán pensar?, ¿que tenemos  sexo a nuestro modo,  gusto, y como deseemos, sola o en pareja? Pues sí, es así mismo, ¡quien lo vaya a cotillear que se pique las venas por envidiosa! Vale pensar así, de lo contrario, no nos acabamos de decidir.

Cuando vamos a un sitio por primera vez siempre hay cierto aguante en la puerta, y en estas tiendas sucede lo mismo, pero todo esto se soluciona, “entrando y ya está”. Una vez dentro,..¡quedamos maravilladas!, existe un increíble surtido de piezas para juguetes eróticos, de todos los tipos, texturas, precios y colores.

Una vez que comenzamos a mirar curiosamente cada objeto, una empleada que será muy maja, nos guiará para ofrecer lo que existe en venta. Sin que vayamos a comprar de primera opción, es bueno ir a ver, consultar, y sobre todo, atender bien lo que se relaciona con nuestro gusto en el juego sexual.

Si tu pareja te ha mencionado algún juguete que puede ser bueno para ambos, es la ocasión de conocer si te verdad te serviría. Ante todo, nunca te dejes imponer lo que deseas en la relación, evita que tu pareja te maneje en estos juegos eróticos, si no te van, recházalos y busca el que sí te conviene.

También en internet existe un grupo numerosos de páginas que muestran los juguetes eróticos y los describen, aunque siempre  es bueno verlos de cerca para poder comprobar como reaccionaremos ante ellos.

Como los trailers de ‘50 sombras de Grey‘ ya arrasan en las redes sociales, aprovechemos este boom de la famosa trilogía y a punto de ver la peli, sumérgete en el mundo de los juguetes, copiando las sensaciones que sentiste al leer el libro: plumero, antifaz, paleta de azotes, látigos, bolas chinas, anilla, pompón, corbata de lujo, y démosle  el uso que queramos. Necesitamos un cambio, un giro brusco a nuetra pagada vida sexual, cualquiera de nosotras puede ser Anastasia.

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