Monthly Archives: August 2015

Parafilia Amomaxia

Entre las distintas parafilias que hemos presentado, hay una que es bastante común y no está excesivamente mal vista. Se trata de la amomaxia, una parafilia que requiere de unas circunstancias concretas para llevarse a cabo pero que, por su relativa sencillez, no suele ser problemática de cumplir.

La amomaxia es la necesidad de practicar sexo en coches aparcados con el fin de conseguir la excitación suficiente para penetrar o disfrutar con nuestras parejas; del mismo modo que la agorafilia, requiere de unas circunstancias específicas, pero que no son tan difíciles de emular como en el caso de la agrexofilia, por ejemplo, donde se requiere sentir que una tercera persona (o más) nos están observando mientras practicamos sexo.

Aquellos que viven la amomaxia en sus vidas deberán tomar las debidas precauciones para no ser vistos y, en la mayoría de países, multados por exhibicionismo o conducta indecente, pero en la mayoría de los casos encontrarán su pequeño nidito de amor en cualquier aparcamiento o zona apartada.

Cabe destacar que, como el resto de parafilias, la diferencia entre la apetencia y la necesidad es lo que define este comportamiento, puesto que cualquiera de nosotros puede convencer a su pareja para practicar sexo en un automóvil, la mayoría no necesitaremos el coche para excitarnos y poder hacerlo; además, restringir la práctica al coche tiene otra serie de contratiempos lógicos que pueden afectar a nuestras relaciones como es fácil de imaginar.

Al final, la búsqueda de estas circunstancias especiales y las limitaciones que supone tener sexo únicamente en un coche hacen que la mayoría de los que padecen esta parafilia busquen ayuda profesional, puesto que no es algo cómodo y restringe las posibilidades sexuales a un espectro mucho menor del habitual.

Asimismo, a diferencia de fetichismos u otras necesidades y filias sexuales —por ejemplo aquellas ligadas al bondage o a un estilo de vida BDSM—, resulta muy difícil integrar en sociedad la amomaxia, haciendo que, a grandes rasgos, aquellos que la han vivido afirmen que es muy complejo mantener una vida sexual dentro de los cánones de normalidad.

Sea como sea, cada persona es un mundo y cada forma de vivir la sexualidad es tan lícita como el resto mientras sea consensuado y sano para todos, por lo que poco más podemos que preguntar cuál es vuestra opinión: ¿es la amomaxia un grave problema u otra forma de ver la vida?

Periodista guapa

En nuestra noble misión de seducción, hoy son las periodistas aquellas que se nos han puesto a tiro. Si nos atrevemos a aceptar el reto, ante todo deberemos conocer el perfil al que nos hemos acercado y actuar en consecuencia.

Seducir a una periodista, no obstante, tampoco tiene fórmulas mágicas, sino que consiste, principalmente, en saber cuáles son las principales motivaciones de vida y trabajo que tienen, y sacar partido de las mismas.

Por otra parte, y como último aviso, recuerda que el periodismo es mucho más heterogéneo que otros trabajos, por lo que nadie te asegura que mientras a Sara Carbonero difícil era enamorarla sin un balón en la conversación, habrá chicas preocupadas por el calentamiento global (¡menudo ejemplo se nos ha ocurrido!), la crisis económica o los problemas sociopolíticos de Europa.

Dicho esto, vamos con los principales tips que deberías tener en cuenta si tu misión es seducir a esa periodista que te ha terminado por robar el corazón o que, como mínimo, nos permitan tachar esa línea de nuestra lista de cosas por hacer… Cinco cosas que tienes que saber antes de intentar seducir a una periodista

#1 Véndete bien

Nadie te va a tomar en serio si solo le comentas cosas insustanciales día y noche. Pero las periodistas encima están acostumbradas a dividir el mundo entre noticias de portada, grandes titulares y mensajes que no valen ni para la sección de Breves; así que piensa qué quieres y cómo quieres llegar a ello antes de abrir la boca.

#2 Diferénciate

Sí, claro. Seguro que solo te has acercado tú a intentar seducir a esa pedazo de belleza del periodismo, ¿verdad? Aquí pasa como con el primer punto, o descubres de una maldita vez tus puntos fuertes, o pasarás inadvertido como cualquier otro.

#3 Muestra tu mejor imagen de ti

El mundo del periodismo y la fotografía están intrínsecamente ligados, y aquí las apariencias cuentan. Sé tú mismo, pero de verdad; esa periodista que tienes delante está cansada de ver a tipos que no son auténticos, y mejor que no encajéis a hacer el ridículo intentando ser quien no eres.

#4 Atrévete a dar el paso

Como con una buena noticia, lo que el periodista quiere es una exclusiva, y esa periodista que tienes delante también. Atrévete a ir con todas por delante, sorpréndela y, quizá, y solo quizá, consigues algo más que una sonrisa y unos minutos con ella.

Selfies desnudos

El desnudo por Internet se ha puesto más de moda que nunca. Quizá en los últimos años hemos experimentado de la mano de ‘Chatroulette’ u ‘Omegle’; más allá de los famosos vídeos con improvisaciones al piano, bromas y curiosidades en general, también encontramos personas que se exhiben desnudas (o parcialmente desnudas) y experiencias diferentes de las que podemos disfrutar un buen rato.

Sin embargo, los desnudos en Internet no se limitan a una sesión de cámara pública que conecta dos direcciones IP, sino que también podemos encontrarlos, practicarlos y disfrutarlos en páginas de contactos e incluso en nuestras relaciones de pareja, donde el cibersexo puede ser algo más que disfrutar y de lo que sorprendernos.

La pregunta aquí está clara: ¿y tú?, ¿te atreves a desnudarte frente a una cámara o es algo que te da demasiada vergüenza siquiera para planteártelo? La mayoría de la gente vemos vídeos porno e incluso a menudo pagamos una suscripción por una VIP CAM a través de la que disfrutar de chicas o chicos que no se avergüenzan de su cuerpo y su sexualidad, ¿verdad?

¿Pero y si fuera recíproco? ¿Estarías dispuesto o dispuesta a dejar ver cómo te masturbas mientras tus ojos disfrutan de una chica muy sexy al otro lado de la pantalla? Aunque parezca algo poco común, muchos chicos y chicas han descubierto a través de un primer contacto con las páginas y los servicios de webcam de los que hablábamos antes una forma de conectar con otras personas de un modo muy directo y sensual; solo se trata de quitarse la ropa, mostrarse y romper un tabú.

Eso sí, en la era de Internet, te recomendamos que lo hagas en portales seguros y en páginas de contactos que te ofrecen garantías para practicar sexo y cibersexo de forma segura; pero sobre todo te planteamos si crees que existe alguna diferencia entre desnudarse para cien personas en un vestuario de un gimnasio o hacerlo delante de alguien al otro lado de la pantalla. ¿Tú qué crees? ¿Consideras que el principal problema aquí es la falta de seguridad o de interacción física? ¿O eres de aquellos o aquellas que crees que te encantaría siempre y cuando tengas la seguridad suficiente de que tus desnudos solo los podrá ver aquella persona a quien te has atrevido a regalárselos? ¡Chicos y chicas, a mojarse y a opinar!

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Parafilia Astelonaglia

Si te gustan las curiosidades relacionadas con el sexo, quizá te has informado alguna vez sobre las parafilias y los fetichismos más comunes. Te adelantamos que la astenolagnia no es uno de los más conocidos, aunque su relación con prácticas de bondage y sadomasoquismo hace que sea más conocida que otras filias que quizá conocemos de oídas o incluso hayamos llegado a ver con alguno de nuestros compañeros o compañeras de cama.

En el caso de la astenolagnia, la excitación sexual llega gracias a la humillación o a la debilidad de la otra persona frente a nosotros; de este modo, alcanzar el clímax solo es posible siempre que podamos sentir la debilidad de nuestra pareja o nuestra propia debilidad frente a ella (dependiendo de cada situación).

Esta parafilia se basa en la demostración de poder de una u otra persona para dominar o ser dominado y puede relacionarse con muchas prácticas de sadismo y masoquismo consensuado, donde muchos chicos y chicas que viven esta filia encuentran a los perfectos compañeros de cama para sus relaciones sexuales.

De todos modos, debemos tener muy presente que muchos de los participantes en colectivos BDSM (la mayoría) no tienen astenolagnia, sino más bien que disfrutan de comportamientos de dominación y sumisión cuando les apetece, pero que no necesitan para tener una relación sexual satisfactoria. 

Como es fácil de imaginar, las vías para dar y recibir placer a través de esta filia se enfocan a las casi infinitas posibilidades de poner a prueba los límites de nuestra pareja, para descubrir el poder que tenemos frente a la otra persona o hasta qué punto esta nos domina a causa de nuestra incapacidad o debilidad sexual.

Si nos basamos en las mismas reglas del BDSM (sano, saludable y consensuado), la astenolagnia es una parafilia mucho mejor aceptada que otras filias o fetichismos como la coprofagia o la dacrifilia (excitación por hacer llorar a tu pareja sexual), que afectan a la persona en cuestión o a terceros a niveles diferentes y no siempre están aceptados socialmente.

De cualquier modo, cabe añadir que en los juegos de cama no existen reglas, y si partimos del disfrutar y hacer que nuestra pareja disfrute, es probable que allí donde muchos no podemos entendernos, otras personas vean la vía para un placer del cual el resto no podrá disfrutar.