Que el tiempo no te alcance al terminar el día no es nada que te ocurra solamente a ti. Son muchas las personas que hoy no saben cómo organizar sus horas para que el tiempo les rinda.

El problema radica en que se sobrecargan las tareas, lo que quedó de ayer se suma a lo de hoy y así, sucesivamente, se convierte en un juego de nunca acabar.

El mejor consejo es no atiborrar la agenda y dejar un amplio margen en que no haya nada. Así mismo, amiga…¡nada! Pero no pienses que serán horas en vacío, todo lo contrario. Notarás que lo planificado necesita minutos de ese tiempo sin anotar en tu planificación, y si te sobran algunos, los puedes emplear en múltiples cosas: ir a la peluquería, darte un buen tratamiento en la piel, visitar la biblioteca o sentarte un rato en una cafetería, charlar con tus amigas, en fin, verás que no es tiempo nulo, por el contrario, es tiempo bien aprovechado en lo que hace tiempo has querido hacer y no has podido.

Por eso es importante marcarse objetivos reales, con menos compromisos y con variedad de oportunidades para rellenar los que queden en tu apretada agenda y dedicarlos solo a ti.