Gatos, perros, ratones…, cualquier mascota que nos inspire afecto son siempre bienvenidos en casa y ahora hablaremos de algunos de sus beneficios.

Caricias recíprocas: Muchas veces recibimos de los animales devoluciones de afecto que no las brindan las propias personas, la sensación de acariciar la piel de tu mascota y el notar cuánto bien le hace tu mano es un placer que proporcionas salud mental y física.

Respuesta inmediata: Nuestra mascota responde inmediatamente a nuestro llamado a comer, a jugar, a pasear y los más educados a muchos comandos diferentes. Esa sensación de que alguien nos obedece es una necesidad instintiva de los seres humanos.

Espera incondicional: Cuánto nos alegra el saber que alguien espera cada día nuestra llegada a casa y cuán tristes nos sentimos cuando ese alguien falta. Un día tu esposa puede estar enojada o tu esposo no ha tenido la delicadeza de besarte a tu llegada del trabajo, pero tu mascota vino corriendo, maullando, ladrando o haciendo lo poco que sabe para demostrar lo contentos que están de que hallas llegado al fin.